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La policía fotografía y fuerza la salida de los clientes de un bar autorizado a abrir

La cafetería cumplía la normativa

Dani Llinares, en el local del área de servicio en el que se produjo el incidente. | PERALES IBORRA

Un agente de la policía local de Algemesí irrumpió poco después de las siete de la mañana del pasado viernes en el bar del área de servicio situada en el polígono industrial Cotes con el ánimo de recriminarle al propietario del negocio que permaneciera abierto pese al cierre de la hostelería decretado por el Consell. El guardia debía desconocer que la apertura de ese tipo de establecimientos que prestan servicio a los camioneros está autorizada al considerarse un servicio esencial, porque no solo fotografió a la clientela sino que la invitó a salir del local pese a que se identificaron como conductores. También exigió la licencia de actividad y levantó supuestamente un acta de inpección, aunque este documento fue eliminado por otros agentes que también se desplazaron al lugar con un segundo coche-patrulla. La escena está grabada en las cámaras de seguridad de la cafetería. El dueño, Dani Llinares, se queja de que desde entonces recibe la visita constante de los agentes. «Esto es un abuso, para mí es traumático, no puedo trabajar bajo esa presión», reprocha.

Indignado por lo sucedido, Llinares acudió a la Ofina del Consumidor y también trató, sin éxito, de presentar una reclamación en la sede de la Policía Local. Finalmente ha desistido. «Todo el mundo me dice que la denuncia no va a prosperar y no tengo ganas de perder el tiempo, pero no hay derecho a que se comporten de esa manera», lamenta.

Al entrar el policía en la cafetería, se dirigió a una empleada para pedirle la licencia de actividad. El dueño argumentó que en ese momento no disponía del papel, aunque podía mostrárselo en formato digital. El agente escribó sobre el acta de inspección: «No presenta licencia de actividad ni carteles de aforo», aunque esos rótulos «tampoco son obligatorios», replica Dani Llinares.

«La policía no puede obtener fotos del local y los clientes si no se estaba incumpliendo ninguna norma», sostiene antes de recriminar que los agentes se coloquen y vigilen la puerta del bar «diez o doce veces en un día».

El jefe policial: «Ha sido una mera visita de inspección» al local

uEl jefe de la Policía Local de Algemesí, Erich Vanacloig, aseguró ayer que la presencia de una patrulla a primera hora de la mañana del viernes en la cafetería se enmarca en las tareas «de inspección y vigilancia» que tienen asignadas y negó que se hubiera instruido una denuncia. «No se abrió el boletín. Solo se tomaron notas para verificar los datos que proporcionaba el dueño», alegó el responsable policial, que también se mostró contrariado al comprobar que una mera inspección «hubiera levantado tanta polvareda». Vanacloig reconoció que el bar puede ejercer la actividad y también admitió haber recibido quejas de otros establecimientos del sector que no comprendían que esa cafetería estuviera abierta. Y rechazó que la visita de agentes al local fuera continua. «Solo se ha ido dos veces en cuatro días», alegó.

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