Cada vez son más los municipios que bien a través de las asociaciones de padres de alumnos o de los propios ayuntamientos se suman a la lucha contra el frío en las aulas, que se deben airear de forma continuada para evitar contagios por coronavirus, en base a las recomendaciones sanitarias.El ayuntamiento de Albalat de la Ribera, a través de la concejalía de Educación, es uno de ellos tras haber completado el reparto de las denominadas «manta-escola» a los alumnos del colegio público Ausiàs March.

En concreto, el consistorio ha distribuido 302 unidades entre profesorado, alumnos de Infantil y de Primaria. De este modo y ante la necesidad de garantizar una ventilación continua en las clases, se intenta aportar un mayor confort a los alumnos en un invierno que ha registrado temperaturas muy bajas.

Fuentes municipales han destacado que la distribución de estos ponchos para abrigar a los niños durante su estancia en las aulas «es una forma de seguir adaptándonos a esta difícil situación» creada por la pandemia con soluciones innovadoras.