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Los alcaldes reducen un 40% las sanciones de tráfico en tres años

El servicio mancomunado gestiona el cobro de 5.639 expedientes en 2020 frente a los más de 9.300 que se cursaron en 2017 - El importe total recaudado supera los 620.000 euros

El paraje de l’Assut, desierto, en una imagen del pasado verano. | VICENT M. PASTOR

El número de sanciones de tráfico impuestas por la policía local en los 24 municipios adheridos al servicio mancomunado de tramitación, gestión y cobro de multas cayó el último año casi un 22 %. Las restricciones a la movilidad impuestas para combatir la pandemia del coronavirus y, en particular, el confinamiento de la población que decretó el Gobierno en los primeros meses, se presumen como la principal causa de este acusado descenso, aunque no debe ser la única si se tiene en cuenta que se trata del tercer año consecutivo en que se reduce el volumen de multas a pesar de la incorporación de algún que otro ayuntamiento más al servicio. Algunas fuentes apuntan a directrices de los propios ayuntamientos bien por cambios de gobierno -2019 era año electoral- o por la difícil situación económica que deja la pandemia, aunque alcaldes consultados negaron que se den directrices a la policía para poner o dejar de poner multas.

Los 5.639 expedientes sancionadores gestionados el año pasado por la Mancomunitat de la Ribera Alta representan la cifra más baja desde 2014 y un descenso de casi el 40 % respecto de las multas tramitadas en 2017, cuando se tocó techo con 9.344 expedientes. Este servicio mancomunado de cobro de multas de tráfico, que en febrero cumplirá diez años, se concibió para que los ayuntamientos pudieran reclamar sanciones bajo el paraguas de la Mancomunitat a infractores de otros municipios que hasta entonces se solían escapar. El importe de todas las sanciones gestionadas en 2020 asciende a 620.212,67 euros. Este montante era el año anterior casi un 30 % superior con 859.000 euros, aunque no todo ese dinero llega a las arcas de los ayuntamientos ya que, además del coste de la tramitación, hay bonificaciones de hasta el 50 % por pronto pago.

Con todo, la evolución de las multas no es homogénea en todos los pueblos adheridos al servicio y, de hecho, la estadística muestra picos que oscilan desde reducciones próximas al 90 % -el caso de Antella es el más llamativo- ya repuntes que duplican las multas del año anterior, como en Massalavés, que pasa de 17 expedientes a 36, mientras Carlet registra un incremento del 27 %. Carcaixent es el municipio de mayor población adherido al servicio y, en buena lógica, el que mayor volumen de expedientes tramita con 1.780. Se trata de casi un 15 % de expedientes menos que el año anterior, cuando se cursaron 2.088. La anulación de la ORA durante tres meses por el estado de alarma ha propiciado el descenso.

Las multas caen un 88 % en Antella con l’Assut cerrada

El cierre del paraje de l’Assut durante el verano para evitar las habituales aglomeraciones de bañistas en plena pandemia ha provocado una reducción sustancial de las multas de tráfico impuestas por la Policía Local de Antella, que han bajado un 88 % respecto del año anterior. La prohibición de aparcar en el casco urbano a las personas que no están vinculadas al municipio sitúa a Antella año tras año entre los pueblos que mayor volumen de sanciones pasa al cobro a través del servicio mancomunado, por delante de poblaciones que la superan ampliamente en población como Carlet, Alberic o Alginet.

Sin ir más lejos, la Mancomunitat de la Ribera Alta contabilizaba en 2019 un total de 666 sanciones de tráfico por un importe total de 58.840 euros, una cifra solo superada por Carcaixent. Un año después, la memoria de actividad del servicio mancomunado refleja que únicamente se han tramitado 79. Este descenso coincide con el cierre de l’Assut durante el verano al alegar el ayuntamiento que no disponía de medios para controlar el cumplimiento de las restricciones que imponía el estado de alarma.

También llamativo resulta la reducción de multas en la Pobla Llarga, que se aproxima al 60 % tras pasar de 201 a 83, si bien la alcaldesa, Neus Garrigues, explicó ayer que la anomalía, más que en 2020, se produjo en el último trimestre del año anterior al dispararse las denuncias a conductores que acudían el domingo al mercado ambulante y aparcaban en una zona que se había habilitado como carril-bici. Las multas también se han reducido de forma significativa en Càrcer, al pasar de 56 a 21 en la comparativa anual.

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