Xúquer Viu y una docena de entidades ecologistas y sindicales han reclamado un estudio completo del impacto que la modernización de regadíos de la Acequia Real del Júcar -tanto los proyectos ya ejecutados como los que siguen pendientes- ha tenido o tendrá en la reducción de sobrantes de masas agua, que también permita conocer dónde ha ido a parar la reducción de asignaciones de las distintas comunidades de regantes.
Los ecologistas recuerdan que dos espacios protegidos como la Albufera y el Xúquer han visto reducidos los caudales que reciben con la sustitución del riego tradicional por el localizado, por lo que consideran «imprescindible» una valoración ambiental de los sectores pendientes de modernizar para conocer el impacto que estas obras tienen en dos ecosistemas «completamente vinculados al agua superficial y subterránea».
Estas trece entidades emitieron ayer un comunicado en el que reivindican una evaluación estratégica del programa de modernización en su cojunto y de cada uno de los proyectos «que estime no solo la disminución de caudales por medio de los retornos que dejarán de ir a la Albufera o al Xúquer, sino otros impectos en el suelo, biodiversidad, cambio climático, acuíferos o la intrusión salina».
Compensar caudales perdidos
Los ecologistas señalan que la Albufera necesita una aportación directa de agua del Xúquer de buena calidad «no condicionada a la modernización de los regadíos». «No se puede hipotecar el necesario incremento de los caudales de la Albufera para conseguir el buen estado ecológico a la modernización de los regadíos de la Acequia Real del Júcar», inciden los firmantes, que reclaman que los ahorros de la modernización del regadío vayan «íntegramente» a finalidades ambientales del Xúquer y el lago de la Albufera «con el objetivo de compensar los caudales perdidos».
