Si un vecino de la comarca sale a la calle, por estadística, lo más probable es que con la primera persona que se cruce tenga entre cuarenta y cincuenta años. La explosión de natalidad experimentada durante los años tardíos de la dictadura, conocida por su expresión en inglés («baby boom»), tiene su reflejo en la pirámide demográfica de la Ribera. Solo dos municipios tienen una media de edad fuera de esa franja: Sellent y Montserrat. El primero es el municipio con un menor porcentaje de población joven mientras que el segundo lidera dicha categoría.
La gran mayoría de localidades de la Ribera posee una población cuya media de edad se encuentra entre los 42 y los 45 años. En esta franja se sitúan, por ejemplo, las dos capitales comarcales: Alzira (42,3) y Sueca (43,89). Pero también otros muchos. A medida que la cifra se acerca a los cincuenta revela un claro envejecimiento y, por ende, crece la probabilidad de que se traduzca en problemas de despoblación. Por contra, aquellos municipios con una edad menor gozarán de un relevo generacional y el futuro garantizado.
Sellent es un claro ejemplo del primero de los casos. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (referentes a 2020), la media de edad se sitúa en 51 años. Solo el 7,6 % de sus vecinos tiene menos de dieciocho años. La existencia de jóvenes es, por tanto, escasa. Prácticamente uno de cada tres, por contra, supera los 65 años, concretamente el 27,3 %. «Somos conscientes de que nuestro problema es grave y existe el temor de que, al final, desaparezca», reconoció la alcaldesa, Raquel Sancho, que prosiguió: «Desde hace años, cuando yo formaba parte del Ampa del colegio, también teníamos miedo de quedarnos sin él por la falta de niños. Por eso hemos potenciado las ayudas para la adquisición de libros o las becas de comedor, así aseguramos que los padres no decidan llevarse a sus hijos a colegios de municipios más grandes y se queden aquí».
Sancho, no obstante, subrayó su compromiso por revertir la situación: «Nuestro trabajo es intentar que solucinar este problema. Queremos que el pueblo no se muera, todo lo contrario, que crezca». En ese sentido ,destacó el potencial de Sellent: «Somos un pueblo de montaña muy atractivo, con rutas increíbles. Además, estamos muy bien conectados ya que la autovía está cerca y en pocos minutos estás en ciudades más grandes como Alberic, Alzira o Xàtiva. También ofrecemos unas condiciones económicas y una calidad de vida mejores que otras localidades».
Mayores de 65
Sellent no es el único municipio de la comarca con problemas demográficos de esta índole. Llaurí es otro de los que podría presentar un futuro incierto en el caso de que no se rompa la tendencia actual. Su media de edad es de 49,9 años y cuenta con el mayor porcentaje de vecinos que superan los 65, en concreto el 29,4 %. No obstante, mejora a Sellent ligeramente en la estadística de jóvenes, con un 11,9 %. También se encuentran entre los pueblos más envejecidos: Antella (49,48 años de media), Cotes (48,46), La Pobla Llarga (48,46) y Sumacàrcer (48,16). En el caso de la Pobla, los datos reflejan una localidad menos envejecida que el resto ya que presenta un 16,5 % de vecinos menores de 18 años y un 19,8 % de mayores de 65.
En el lado opuesto de la balanza se encuentra Montserrat. La localidad del norte de la Ribera Alta supera en la estadística a Sant Joanet, que en este siglo se había ganado la fama del municipio más joven de la comarca. En ambos casos, uno de cada cinco vecinos tiene menos de 18 años.La media de edad de Montserrat es de 39,5 años. Y es que un 20,5 % de sus habitantes ni siquiera es adulto. Por contra, únicamente el 11,9 % de ellos supera la barrera de los 65. Por lo que respecta a Sant Joanet, el porcentaje de residentesmenores de edad se sitúa en un 20,3 %, mientras que solo el 14,8 % tiene 65 años o más. Sin alcanzar estos datos, municipios como Alberic, Algemesí, Almussafes, Carlet, L’Alcúdia y Senyera también rebosan juventud ya que todos ellos cuentan con más de un 19 % de habitantes por debajo de los diecicho años.
Políticas para frenar la desploblación ante la huida de la juventud
Los municipios más envejecidos se enfrentan, habitualmente, a problemas de despoblación. Hay un mayor número de personas mayores porque la juventud huye a ciudades de gran tamaño, con una variedad de servicios más amplia. La agenda política en estos lugares ha incluido, necesariamente, esta cuestión entre los temas de mayor importancia. Todos ellos buscan activamente las mejores medidas para retener y ampliar su censo.
