Un paciente hizo huelga de hambre por cambiarle el pañal en el pasillo

La familia de un hombre de 74 años dependiente ha denunciado la «lamentable» atención que recibió en el Hospital de Alzira, donde estuvo casi 24 horas en un pasillo junto al ascensor. Allí, «sin ningún tipo de intimidad», le cambiaron el pañal ante las personas que accedían al recinto, por lo que se sintió «humillado».

Además, según consta en la queja presentada en el centro hospitalario, Francisco B. «viendo su situación decidió declararse en huelga de hambre y se negó a tomar la mediación por falta de atención médica y por las condiciones infrahumanas en las que estaba». El Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP) «ya ha iniciado los trámites oportunos tras la recepción de la queja interpuesta por los familiares del paciente».

La hija del paciente explica que su padre entró por su propio pie en el hospital La Ribera el 27 de diciembre, y por complicaciones de una enfermedad rara, «ha quedado dependiente», un «dolor al que hay que sumarle una cadena de despropósitos cometidos por el hospital en nombre de la pandemia». El departamento de neurología decidió trasladar al paciente al Hospital Vithas Aguas Vivas, para ofrecerle una atención más especializada pero, después de cinco días «y por razones que la familia aún no entiende», se ordenó su regreso al hospital de Alzira a las 23:00 horas del 27 de enero.

«La vida de mi padre no corría peligro, cosa que hace inexplicable el traslado exprés a esa hora de la noche, pero terminó en un pasillo casi 24 horas, delante de un ascensor visible para todo el que va a consultas externas y sin ningún tipo de intimidad cuando lo tenían que lavar y cambiar el pañal, a ojos de todo el que pasaba», precisa la queja, que también añade que «después de pasar toda la noche en un pasillo, y cuando vio que a la mañana siguiente aún no lo subían a planta, decidió declararse en huelga de hambre y se negó a tomar la medicación por falta de atención médica y por las condiciones infrahumanas que estaba padeciendo».

Desinformados

Mientras esto ocurría, los hijos vivían ajenos a esta situación, ya que en ningún momento el hospital se puso en contacto con ellos, cosa que «estaba expresamente indicada por escrito con antelación dada la condición dependiente del paciente».

«Nos enteramos de lo que estaba pasando porque mi padre pidió a un trabajador del hospital que llamara a su hija», detallan en la queja. Una vez en el hospital, a los familiares se les negó «el derecho a la información en tres ocasiones, tanto a la hija, como al hijo, como a la pareja de Francisco».

La dirección del hospital se limitó ayer a subrayar que el trámite de la reclamación sigue su curso y recordó que la ley impide revelar datos de su historia clínica. «Nadie, a día de hoy, se ha puesto en contacto con la familia vulnerando el derecho a la información del paciente», lamentan y defienden: «La gente que no padece covid también tiene derecho a una atención digna, cosa que no ha sucedido con mi padre».

La familia, que asegura sentirse «destrozada», afirma que ha querido hacer pública esta situación para «exigir responsabilidades» y para asegurar una «atención digna a un ser querido».