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El desempleo repunta un 6 % en la Ribera con 1.328 parados más en solo un mes

La finalización de la campaña del caqui y de los contratos de Navidad en el sector servicios elevan a casi 23.000 las inscripciones en Labora

Trabajadoras de la cooperativa de Carlet durante la campaña del caqui, en una imagen de archivo. v. m. pastor

El paro creció en enero un 22 % en l’Alcúdia y un 16,30 % en Carlet, los dos municipios de la Ribera donde la campaña del caqui provoca las fluctuaciones más pronunciadas en la evolución de un mercado laboral que, en el caso de la Ribera, mantiene sus propios ciclos. A la finalización de la campaña del caqui, que este año se ha reducido por la enorme merma de cosecha provocada por las plagas, se une el final de la campaña de Navidad y, en base a los datos publicados ayer por Labora, la Ribera despide enero con un repunte del 6,14 % en el paro registrado -los demandantes inscritos en las oficinas del servicio público empleo- y 1.328 parados más que en diciembre: 22.966. Una comparativa interanual refleja que la Administración contabiliza 3.762 desempleados más que hace un año, lo que representa un aumento del 19,59 %

La agricultura con un repunte del 32,73 % y el sector servicios con un incremento del 8,55 % son las actividades en las que más empleo se destruyó, mientras que la construcción es el único sector que arroja cifras favorables con un descenso próximo al 2 %. Por su parte, el paro crecía en la industria un 5,17 %.

Un análisis por municipios muestra que, entre las localidades más pobladas de la comarca, el paro únicamente bajó en Almussafes y de forma mínima (-1,24 %), mientras subía en el resto con picos como los registrados en l’Alcúdia, Carlet, Alginet (14,61 %) o Alberic (7,42 %). El número de desempleados subía en Alzira un 4,53 % y un 2,16 % en Sueca.

Campañas muy cortas

Por lo que respecta a la contratación, Labora contabiliza 15.038 contratos formalizados, lo que representa un descenso del 7,21 % respecto del mes de enero de 2020 -antes de que se declarara la pandemia por la expansión del coronavirus- y apenas un 4,24 % de esos contratos eran indefinidos. Como nota positiva, señalar que un 84,92 % de todos los contratos, tanto los temporales como los indefinidos, eran a jornada completa y sólo un 15,08 % a tiempo parcial.

El secretario intercomarcal de UGT, Raül Roselló, señaló ayer que los datos del paro y la contratación reflejan un comportamiento muy similar a los de hace un año en una comarca en la que, incidió, «las campañas en la agricultura y el comercio son muy cortas» y se han visto «agravadas con cifras más extremas tras la pandemia».

Roselló comentó que ante la precariedad y la fragilidad del empleo en la Ribera «son necesarias reformas sociales que garanticen la reconstrucción de la comarca sin dejar a nadie atrás, que se conseguirán con la derogación de la reforma laboral de 2012, la subida del salario mínimo interprofesional y la reforma de las pensiones. Ejes prioritarios para favorecer el consumo y el crecimiento económico», indicó. El dirigente sindical reivindica los ERTE como un «elemento fundamental que frena los estragos sobre el empleo y la actividad de una crisis sin precedentes» y reclama «ampliar el escudo de protección social más allá incluso de la pandemia».

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