sin temor a la presencia humana. Las cabras son ya unas vecinas más de Sumacàrcer, donde se dejan ver en más de una ocasión. Incluso, en pleno casco urbano. Recientemente, un rebaño de al menos siete ejemplares se acercó a la carretera, sin temor a la presencia humana, ni del fotógrafo ni de los vehículos que circulaban a escasos metros.