Carcaixent se convertirá el lunes en el primer municipio de la Ribera en implantar la recogida selectiva de la basura orgánica en todo el núcleo urbano a través del contenedor marrón. El ayuntamiento ha aprovechado el nuevo contrato del servicio de recogida de residuos, que mantiene el sistema de contenedores temporales que se sacan a la calle y se retiran todos los días, para profundizar en la separación en origen al introducir el también conocido como quinto contenedor.
El Plan Integral de Residuos (PIR) de la Comunitat Valenciana señala que antes de 2020 todos los municipios debían tener implantada la recogida separada de biorresiduos con la perspectiva de que, a 31 de diciembre, canalizara un 25 % del total de la basura orgánica que se produce. La implantación, no obstante, va con retraso y, en el caso de la Ribera, son contadas las experiencias. Si acaso, la impulsada por el Ayuntamiento de Alzira a principios de 2018 con la instalación del contenedor marrón en algunas zonas estratégicas, en las que se buscaron voluntarios para una experiencia piloto con un contenedor al que se accede con llave, si bien ni entonces ni ahora consta en la planta de tratamiento de Guadassuar una entrada diferenciada para esta fracción orgánica, según indicaron fuentes del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, que sí ha organizado la recepción en uno de los reactores de la planta de compostaje de los residuos que a partir de la próxima semana se reciban de Carcaixent.
La empresa Cespa será a partir del lunes la encargada de este servicio en Carcaixent tras adjudicarse el contrato de recogida de basura «a la carta» licitado por la Mancomunitat de la Ribera Alta, que se planteó en dos lotes: uno específico para Carcaixent, con su singular sistema de contenedores de «quita y pon», y un segundo para el resto de pueblos, que contempla la recogida puerta a puerta en 9 localidades. Este segundo contrato comenzará en abril.
El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, y la concejal de Medio Ambiente, Ana Garrigues, destacaron ayer que, además de la implantación del contenedor marrón, que se podrá utilizar cuatro días a la semana -lunes, miércoles, viernes y domingo-, el nuevo contrato contempla la renovación de todos los contenedores que se han venido utilizando, que representaban un foco de problemas por su mal estado; otra novedad será que la Mancomunitat ejercerá la labor de control e inspección del servicio mientras que, en el caso de las calles de la Barraca que pertenecen a Carcaixent, se aplicará el servicio puerta a puerta que ha solicitado el ayuntamiento de la Entidad Local Menor. En las urbanizaciones y diseminados se mantendrá el actual sistema de contenedores fijos.
Educadores ambientales
Tres educadores ambientales trabajan en los últimos meses en facilitar a los ciudadanos todo tipo de información sobre los cambios y el ayuntamiento también prevé repartir unos pequeños contenedores marrones para que los ciudadanos depositen en ellos la fracción orgánica en sus casas. «El papel de la ciudadanía va a ser fundamental, sin su implación va a ser complicado que se cumplan los objetivos», explicaron Salom y Garrigues, al tiempo que señalaban que el calendario de recogida es solo punto de partida en base a un estudio de las necesidades, «aunque si vemos que hace falta cambiarlo se revisará». «La gente tiene un poco de miedo al tema de la basura orgánica, pero tener dos días estos residuos en casa no debe ser un motivo de preocupación», indicó el alcalde.
El calendario contempla que el contenedor de la fracción resto -aquello que no se tiene posibilidad de reciclar- se sacará todos los días, cuatro días el contenedor marrón; dos se podrán depositar envases ligeros y uno papel-cartón y vidrio.
