Como un pedazo de chatarra más. Así permanecen, desde hace años, dos locomotoras que realizaban el popular trayecto de tren, o «trenet» como era más conocido entre los vecinos de la comarca, entre Carcaixent y Dènia. Son las dos únicas que se conservan, aunque más bien cabría decir que sobreviven, ya que se encuentran a la intemperie y sin ninguna protección. Ahora, el consistorio alicantino, ha iniciado el proceso para que se declaren BIC y, de ese modo, poder rescatar un pedazo de historia que se herrumbra con el inexorable paso del tiempo.

A los valencianos les gusta más un diminutivo que un plato de paella. Y el «trenet», claro, discurría por la «vieta». Aquella nomenclatura no era baladí ya que se trataba de la primera línea de ferrocarril de vía estrecha de España. En 1864 se inauguró, aunque el tramo que cubría no llegaba todavía hasta tierras alicantinas. El trayecto entre ambas estuvo en funcionamiento entre 1884 y 1974. Aunque en los últimos años se ha proyectado su recuperación en forma de vía verde, los restos de aquel método de transporte languidecen sin que se haya puesto todavía remedio.

Las locomotoras de vapor Black Hawthorn números 1 y 2 están actualmente a la intemperie en un depósito de chatarra de Zaragoza sin medidas de conservación y corre el riesgo de que desaparezcan. Son las únicas que se conservan de las seis que llegaron a operar en la línea que unía la Ribera con la capital de la Marina Alta. Es, precisamente, el consistorio dianense el que ha solicitado al Consell su protección a través de la figura de BIC. Se incluye documentación del historiador del ferrocarril Vicent Ferrer i Hermenegildo.