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Carcaixent logra que la mayoría de caminos del Realenc sean públicos

El consistorio reivindicó el uso histórico de esos viales por los vecinos

Una intersección de caminos en zona forestal de la finca del Realenc de Carcaixent. | V. M. PASTOR

Los senderistas, corredores o ciclistas podrán transitar libremente por la mayor parte de los caminos y sendas del Realenc de Carcaixent. El Tribunal Supremo ha resuelto no admitir a trámite el último recurso de la sociedad Realengo y Mas de l’Oli, propietaria de la finca, y confirma por tanto el fallo de la Audiencia de València que declaró de dominio y uso público la gran mayoría de las veredas y pistas forestales que entraban en discusión en el litigio que la mercantil mantenía con el consistorio.

El ayuntamiento se dispone a señalizar los itinerarios que discurren por sendas públicas para evitar que los visitantes accedan a caminos privados a los que solo se debe pasar con la autorización del propietario. «Tenemos claro que determinados viales son de titularidad pública y el ayuntamiento va a permitir que la gente pase y disfrute de ellos», comentó ayer el alcalde de Carcaixent, Paco Salom, satisfecho por esta resolución del Alto Tribunal que pone fin a un litigio que arrancó hace casi siete años cuando la empresa cerró con cadenas estos caminos al considerar que eran de su propiedad, lo que provocó numerosas quejas de personas que acostumbraban a pasear por este paraje que combina superficie agrícola y forestal. La resolución del Supremo se produce en un momento de gran afluencia de público a estas montañas debido a los nuevos hábitos que la pandemia del coronavirus, y en particular las restricciones que imponen las autoridades, han generado en la población.

La empresa, además de cerrar los caminos, recurrió a los tribunales para reclamar su propiedad y emplazar a que se dejaran de utilizar de forma indiscriminada, si bien el Ayuntamiento de Carcaixente respondió en el pleito solicitando que se reconociera la titularidad pública de una treintena de caminos y sendas que históricamente habían sido utilizadas por los vecinos en sus desempeños laborales o para desplazarse a localidades limítrofes como la Barraca d’Aigües Vives o Simat.

El juzgado de primera instancia resolvió a favor de los intereses municipales al reconocer que todos los caminos que reclamaba el ayuntamiento eran públicos -fuentes consultadas señalaron que en la finca también hay viales privados que el consistorio no incluyó en esta relación- mientras que, en segunda instancia, la Audiencia de València realizó un análisis más exhaustivo y excluyó de la relación cinco sendas o, en algún caso, tramos de sendas, que reconoció como privadas, al tiempo que confirmaba el carácter público de las otras 25.

«El tribunal salvaguardó principalmente el ámbito de la Casa de Ribera, respetando la privacidad del propietario», indicaron fuentes municipales, que detallaron que la Audiencia excluyó de la relación inicial el Camí de l’Aljub, la Senda del Mirador, algunos tramos de la senda del Vedat y el acceso a la Casa de Ribera.

La resolución del Tribunal Supremo por la que no admite el recurso de la empresa viene a confirmar ese fallo en un momento en que el Ayuntamiento de Carcaixent ya había solicitado formalmente la ejecución provisional de la sentencia para que los ciudadanos puedan disfrutar del paraje.

«Queremos tener unas magníficas relaciones de vecindad con la finca»

El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, destacó que se abre una nueva etapa en la que el ayuntamiento señalizará las sendas públicas del Realenc y ofrecerá información para que la población conozca por donde puede transitar y por donde no y evitar en la medida de lo posible cualquier conflicto. «Queremos tener unas magníficas relaciones de vecindad con la propiedad de la finca porque hay viales, caminos o sendas que son de la finca y se tiene que respetar y si hubiera algún punto de discrepancia habrá que acomodarse para que la convivencia sea perfecta», indicó Salom, mientras señalaba que los técnicos municipales ya han mantenido conversaciones con la propiedad con este objetivo. El alcalde adelantó que, sin ánimo de cuestionar la caza en estos momentos, los cazadores no podrán tener la libertad con la que han actuado hasta ahora ya que ninguna persona que transite por estas sendas «tiene por qué sentirse amenazada».

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