El mercado de los jueves de Cullera se retomó ayer con una serie de medidas preventivas que ayudarán a compaginar la actividad comercial y la seguridad de las personas con totales garantías. De hecho, estrenó nueva ubicación. El ayuntamiento detalló que ha aumentado y reforzado el control sociosanitario para dotarlo de mayor seguridad.

El mercadillo se ha reubicado en el entorno de la calle la Bega, una zona con mayor amplitud que permite proporcionar más distancia entre paradas, entre clientes y vendedores y con un circuito en dirección única. Además, se ha establecido un acceso de entrada y otro de salida del recinto para la correcta confluencia de personas.

El horario del mercado será de 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde y el recinto contará con vigilancia y protocolos como por ejemplo el control de aforo y de la temperatura corporal, el incremento de la vigilancia por parte de la Policía Local y Protección Civil y las unidades de información Covid-19, la limpieza y desinfección de la zona, así como la colocación de contenedores y puntos de recogida de residuos.

Tal y como explicó la concejala de Promoción Económica, Débora Marí, para el ayuntamiento «la prioridad ha sido salvaguardar la salud de la ciudadanía y de los vendedores, y por eso, dada la alta incidencia que acumulaba el municipio y la comarca, decidimos cerrar temporalmente el mercadillo». Ahora, después de reducir la incidencia en el municipio más de un 85 % en las últimas semanas, se ha vuelto a retomar el mercado exterior en una zona que se ha adaptado a las necesidades sociosanitarias actuales, explicó al respecto la edil.

La medida ha molestado, no obstante, al sector de la hostelería, que ve un agravio comparativo en la reapertura del mercadillo pero no de las terrazas.