Los comerciantes y hosteleros de Castelló salieron ayer a la calle para lanzar un S.O.S. por la situación «más que crítica» a la que se han visto arrastrados por la pandemia del coronavirus que, según señaló el presidente de la Associació Comerç i Serveis de Castelló, Salvador Perucho, ya ha provocado el cierre de casi una decena de establecimientos en el municipio mientras que otros muchos se encuentran en una situación «muy delicada». La protesta cívica se enmarca en la movilización estatal de los autónomos convocada para la jornada de ayer, que los profesionales de Castelló quisieron secundar desde su localidad con una elevada participación no sólo en la manifestación matinal sino también mediante el cierre de numerosos establecimientos. Cerca de sesenta personas participaron en esta manifestación que finalizó en la Plaça de l’Ajuntament.

«Queremos expresar lo que estamos sufriendo», señaló Perucho, mientras repasaba las restricciones impuestas por la Administración que desde hace ya casi un año han impedido trabajar con normalidad a hosteleros y comerciantes. «La situación es muy crítica y aún no se ha acabado», comentó, mientras lamentaba que muchos «autónomos de a pie tienen que sobrevivir con sus medios» ya que «no ha habido ninguna medida que paralice todos los pagos que tenemos, que siguen ahí cuando no hay una entrada directa de dinero, lo que se tenía que haber previsto desde el minuto uno que te obligan a cerrar». Perucho, no obstante, agradeció el respaldo del ayuntamiento.

Por otra parte, los hosteleros de Carcaixent se manifestaron el martes para reclamar ayudas urgentes para salvar una situación «de extrema gravedad» al haberse visto obligados a cerrar sus negocios.