Casco urbano de Sueca, con el litoral al fondo. v.m.pastor

El crecimiento en Culllera se ha producido más allá del río. v.m.pastor

Alzira vista desde la montaña, con la avenida al fondo. v.m.pastor

Cada ciudad se expande a un ritmo y con unas circunstancias diferentes. Sin embargo, hay épocas más propicias que otras. Por norma general, la década de los 70 y los 2000, con el «boom» inmobiliario marcan la gran expansión de las principales urbes de la comarca. Pero hay casos, como el de Carcaixent, donde la pasada década fue la más propicia.

Los datos del Catastro permiten dibujar la evolución histórica. En el caso de Alzira, el 20 % de los metros cuadrados construidos se ejecutaron entre 1970 y 1979. El segundo periodo con mayor aportación al parque de viviendas o industriasfue la primera década del nuevo siglo. Coinciden, en ambos supuestos, dos épocas de expansión, una provocada por el «baby boom» y otra marcada por la burbuja inmobiliaria. De hecho, los últimos setenta años concentran la mayor parte de la superficie edificada de la ciudad, casi el 70 %. El porcentaje alcanzaría una decena más si se incluyese también la década de los sesenta.

No obstante, tras el estallido de la burbuja, el escenario ha cambiado radicalmente. De hecho, se estima que entre 2010 y 2019, las nuevas construcciones representan solo el 3,7 % de los metros cuadrados edificados en la capital de la Ribera Alta, un dato muy similar, por ejemplo, al de la década de 1920. Las viviendas más antiguas se encuentran, sobre todo, en la histórica Vila y en los alrededores del antiguo cauce del río. La expansión, a principios del pasado siglo, llevó a ocupar casi por completo el costado oeste de las actuales calles Reyes Católicos y Doctor Ferran, aunque de aquellas primeras décadas datan también los barrios de l’Alquerieta y la Sagrada Familia. El desvío del Xúquer consolidó, a continuación, las grandes avenidas.

La situación que se da en Alzira se repite en Algemesí. Los registros muestran dos grandes etapas constructoras: la década de los 70 y la de los 2000. En la primera se ejecutó el 20,5 % de los metros cuadrados edificados en la ciudad, mientras que en el segundo la cifra es mayor ya que representa el 24 % del total. Asimismo, la mayoría de las construcciones de Algemesí tienen, como mucho, setenta años, concretamente el 79,25 % de los espacios edificados.

Ampliación hacia el norte y el río

Mientras en el caso de Alzira, el Catastro fecha algunas de las construcciones antes del año 1900, no ocurre lo mismo en Algemesí, más allá de edificios históricos, claro. El mapa de la localidad no muestra una expansión tan diferenciada como en Alzira. Son varios los barrios que ya estaban consolidados incluso antes de los años sesenta y de los sucesivos periodos de crecimiento urbanístico. No obstante, sí se observa cómo, con el paso de los años, la ciudad se amplió hacia el norte, más allá de la Avinguda de la Generalitat, alrededor de la antigua sede de la Copal. De igual modo, se construyeron nuevas edifiaciones en los barrios tradidionacles, así como en la franja este de la ciudad, desde la calle Albalat hacia el río.

Sin salir de la Ribera Alta, aparece la primera excepción a la norma: Carcaixent. Casi el 40 % de la superficie construida se registra a partir del año 2000, y con más fuerza en la última década, más allá del «boom». Los otros dos periodos más importantes fueron la década de los sesenta y la de los setenta, con alrededor de un 10 % cada uno.

Diversos puntos concentran las contrucciones más antiguas, anteriores al siglo XX. Además del histórico mercado municipal y algunos edificios en calles cercanas, también datan de esa época algunos de los alrededores de la calles Santa Ana y Santa Bárbara y Cogullada. La mayoría de inmuebles están fechados en la primera mitad del siglo. De ese modo, se observan construcciones de esta época an la práctica totalidad de la zona oeste de Carcaixent, a ambos lados de la antigua carretera. Aunque también en los alrededores del mercado, de la Avinguda de la Vieta y Les Barraques. Las dos avenidas más cercanas al centro comercial, así como la zona sur del parque Navarro Darás y la este, en los alrededores del también vetusto Hort de Carreres vendrían después.

Ya en la Ribera Baixa, su capital muestra un comportamiento que se asemeja más al de Alzira y Algemesí, aunque el impacto del «boom inmobiliario» sería menor en Sueca. De hecho, los dos periodos que concentran más metros cuadrados construidos son, por este orden, la década de los setenta y la de los ochenta. Entre ambos concentran más del 43 % de superficie edificada de la ciudad. La siguiente época, ya sí, fue la década de los 2000. Igualmente, los datos del Catastro reflejan que tras el estallido de la burbuja se registra la peor época para el cemento y el ladrillo. De hecho, en porcentaje, representa tan solo el 0,92%, por detrás de cualquier década anterior.

Es más, la superficie construida antes de 1900 es mayor. Ésta se concentra, principalmente, en el centro histórico de la ciudad, aunque también figuran algunos espacios, como el entorno del cuartel de la Guardia Civil. Uno de los espacios mayores lo acapara, también, el asilo. El mapa de Syeca muestra, como en Carcaixent, un gran número de inmuebles durante la primera mitad del siglo que, no obstante, no representan la mayor superficie construida. Aparecen, de ese modo, viviendas en la práctica totalidad del casco urbano, alrededor del barrio histórico y a ambos lados de la Nacional 332; también hacia el norte. Más moderno, aunque ya varias décadas de historia, es el crecimiento que se experimentó, sobre todo, hacia el este, más allá de la ronda Joan Fuster. También hacia el sur de la comandancia de la Benemérita. Entre los espacios que aportan una gran cantidad de superficie construida en época más reciente se encuentran las áreas industriales.

Crecimiento más allá del Xúquer

La evolución de Cullera no se entiende sin el impacto del turismo. Como muestran los datos catastrales, el hormigón se usó en mayor medida a partir de la década de 1960. Los años sesenta y setenta suponen los de mayor construcción, con más del 20 % de las superficie edificada en cada una de ellas. La cifra decae en las décadas sucesivas: un 18 % en los ochenta, un 14 % en los noventa, un 13 % con el cambio de siglo y se desploma a menos de un 2 % tras la crisis económica.

Aunque una visión del mapa de Cullera muestra un amplio espacio, a los pies de la montaña, compuesto por edificaciones con casi (o más de) un siglo a cuestas, éstas suponen un menor porcentaje, ya que la construcción de apartamentos, urbanizaciones y hoteles supone un mayor peso en la estadística. La colonización de la playa a partir de los sesenta se centró alrededor de la de Sant Antoni, aunque, sobre todo en décadas posteriores, se extendió hacia el norte hasta el faro. También se creció hacia el sur de la Avinguda País Valencià hasta, incluso sobrepasar el río.