La reapertura de los bares, aunque estuvo lejos de ser una decesión general, cambió ayer la imagen de muchas calles de la comarca. El bullicio asociado a la hora del «esmorçaret» mostró los primeros síntomas de normalidad que se vislumbraban desde hace muchas semanas, aunque bastantes hosteleros optaron por mantener cerrados los establecimientos hasta encontrar situaciones más óptimas, dado que el tiempo tampoco acompañaba ayer para sentarse en las terrazas, único espacio permitido, dado que el interior de los locales sigue cerrado.

Se notó mucho más entusiasmo entre los clientes, que esperaban ansiosos la reapertura de los bares para recuperar una parte de las relaciones sociales perdidas por las restricciones, que entre los propietarios de los establecimientos, muy afectados por las pérdidas que acumulan desde que, hace casi un año, se decretó el estado de alarma y se inició una larga etapa de prohibiciones y confinamientos.

El horizonte que se abre en las próximas semanas tampoco les resulta muy alentador. El aforo se reduce considerablemente al impedirse la atención al público en el interior de los bares y la suspensión de las fiestas falleras también ofrece un panorama poco alagüeño, ya que la ausencia de actividad festiva en la calle resta mucho público potencial en unas semanas que suponían para muchos locales la primera fuente importante de ingresos en el primer trimestre del año.

Aún así, el reencuentro de amigos en torno a los bares significó un torrente de optimismo tras dos meses en que las restricciones han alterado la convivencia. La llamada a la prudencia se impone ahora para evitar males mayores.

Jordi Mayor anuncia más ayudas para el sector en Cullera

El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, anunció ayer al gremio de la hostelería que el ayuntamiento agilizará el proceso para que puedan recibir las ayudas a finales de esta semana. Son subvenciones conjuntas entre el propio Ayuntamiento, la Generalitat y la Diputació de 2.000 euros por autónomo y de 200 euros por cada trabajador que tengan hasta un máximo de 10. Además, el primer edil ha avanzado que estudia nuevas ayudas a aquellos establecimientos que no han podido entrar en esta primera fase. Al mismo tiempo se va a reactivar la línea de ayudas municipales puesta en marcha el año pasado con una inversión inicial de 200.000 euros. También se mantendrán las bonificaciones en la tasa de ocupación de la vía pública.