Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que emplearse a fondo el sábado por la noche en Alzira para reducir a un individuo tras comprobar cuando procedían a su identificación por infringir el toque de queda que también estaba quebrantando una orden de alejamiento que le impedía acercarse a la mujer que le acompañaba y que, por su parte, según indicaron fuentes policiales, trató de obstaculizar el trabajo de los agentes e impedir la detención de su compañero, por lo que finalmente también acabó siendo arrestada.

Los hechos se produjeron pasada la medianoche del sábado al final de la calle Pérez Galdós de Alzira, cuando los agentes se disponían a identificar a una pareja que se encontraba en la vía pública más allá de la hora que permite el toque de queda impuesto por las autoridades en esta fase de la pandemia y comprobaron que pesaba sobre el varón una orden de alejamiento dictada por el juzgado supuestamente tras un episodio de malos tratos. La finalidad de esta medida de alejamiento era precisamente proteger a la mujer que en ese momento se encontraba con él en la calle.

Los agentes de la Policía Nacional se disponían a arrestar al varón por quebrantar esta medida cautelar cuando, según fuentes consultadas por Levante-EMV, no sólo se encontraron con una resistencia «activa» por su parte sino que, además, trató de agredir a los policías mientras su acompañante interfería en el forcejeo que en esos momentos se produjo con el propósito de dificultar la acción de las fuerzas de seguridad y facilitar la huida.

Los efectivos de la policía que se concentraron en esta céntrica calle de Alzira lograron reducir al individuo, que incluso una vez en el interior del coche patrulla mantuvo una actitud muy agresiva propinando fuertes golpes contra diferentes elementos del vehículo, y con posterioridad también arrestaron a su acompañante por su intento de obstaculizar el trabajo de las fuerzas de seguridad en este servicio. Se trata, al parecer, de una pareja de origen ucraniano.