Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo en política, llegan los «nuevos» partidos y nos hacen perder de vista una pandemia para ver de cerca un despropósito vestido de naranja. Venían a la política a salvarnos y resulta que no han sido capaces ni de salvarse a ellos mismos.

En realidad, no me sorprende que Ciudadanos se haya fagocitado a sí mismo, lo que me sorprende es que hay tardado tanto. Desde que Albert Rivera abandonó el timón tras su despropósito de no aceptar ser vicepresidente junto al PSOE, la realidad es que Ciudadanos ha sido un partido que no ha parado de dar bandazos sin saber hacia dónde ir; bueno sí, hacia su desaparición. Todo ello a los mandos de una Inés Arrimadas que no ha estado a la altura de las circunstancias y que no ha sabido gestionar un partido que nació siendo de izquierdas, tropezó virando a la derecha y que morirá no sabiendo ni de qué es. Un partido necesario pero irrelevante políticamente que no ha sabido valorar su capital humano. Que empezó ganando en Cataluña y que terminará perdiendo en Madrid. Ciudadanos lo tuvo todo y terminará sin nada. Tuvo a Javier Nart, a Toni Roldán y ahora ya no queda ni Toni Cantó.

Una de las últimas salidas ha sido la de Emilio Argüeso. Un hombre «de partido» como se suele decir, al estilo de Fran Hervías. Una persona que, como Cantó, se puso a las órdenes sin rechistar y que sin rechistar ha salido por la puerta de atrás de un partido que no ha sabido explotar su gran potencial. ¿No les llama la atención que estén saliendo sistemáticamente de Ciudadanos los más competentes y los pocos que se están quedando son precisamente los más «serviciales»?

Pero no se sorprendan, nadie está abandonando Ciudadanos, es precisamente Ciudadanos quien está abandonando a la ciudadanía y lo próximo será, sin duda, que la ciudadanía abandonará a Ciudadanos en las urnas.

¿Recuerdan ustedes aquel cartel en el que un jovencísimo Albert Rivera aparecía desnudo para presentarse a las elecciones en Catalunya y que, además vio la luz en un acto presentado por Toni Cantó en el Palau de la Música de Barcelona? La verdad es que nadie podía imaginar en septiembre 2006 lo premonitorio que iba a ser para definir la situación actual casi 15 años después… Qué pena, Albert, con lo fácil que lo tenías y lo difícil que se lo pusiste a Inés. Qué pena no ver las oportunidades y convertirlo todo en fracaso de la noche a la mañana. Pero bueno, la vida sigue y nosotros, los valencianos hemos sobrevivido 2 años sin Fallas, estoy seguro de que podremos sobrevivir toda la vida sin Ciudadanos. Eso sí, sin remordimientos, hemos hecho lo que hemos podido. La vida tiene estas cosas, y la política también. No es lo deseable pero así es. En un tiempo, nadie hablará de la moción de censura de Murcia, de la fulminación de Ignacio Aguado, de las lágrimas de Toni Cantó ni de los errores de Arrimadas. En un tiempo, iremos a votar y todo esto será historia. Porque la ciudadanía no necesita a Ciudadanos, pero sí que necesita política y, como en cualquier relación que se rompe, alguien ocupará el vacío. ¿Será Vox? ¿Será el PP? No importa. En política, pocas cosas tienen explicación lógica, pero todo se puede explicar.

Descanse en Paz Ciudadanos. Ahora nos toca a la ciudadanía.