La recogida de residuos sólidos urbanos puerta a puerta arrancará finalmente el 11 de abril en Càrcer y Alcàntera, las primeras localidades que se interesaron por implantar este modelo de selección en origen, y lo hará con un novedoso sistema de contenedores dotados con chips que identificarán los residuos de cada vivienda de forma que, en el caso de que no se realice una separación adecuada o que los residuos no se ajusten a la recogida prevista para ese día, entrará en acción un equipo de educadores ambientales que velará por la correcta implantación del nuevo modelo.

La Mancomunitat de la Ribera Alta, que impulsó este servicio de recogida de basura «a la carta» con tres alternativas diferentes, ha acabado de definir esta semana con la empresa concesionaria y los ayuntamientos un calendario «escalonado» para que el servicio se pueda ofrecer «de la mejor manera posible», según explica el presidente del ente supramunicipal, Txema Peláez. El modelo puerta a puerta arrancará el domingo 11 de abril en Càrcer y Alcàntera, llegará el día 21 a Antella y Sumacàrcer, se implantará el 2 de mayo en Sant Joanet, Manuel y La Barraca d’Aigües Vives y, finalmente, se instaurará en Llombai y Alfarp el 16 de mayo.

«Estamos trabajando sobre el terreno con los ‘grandes productores’, en este caso comercios y locales de restauración, para gestionar sus particularidades, el volumen de residuos que generan, cómo tienen que gestinarlos y, en definitiva, informarles para que sean propagadores de esta novedad. Es importante contar con ellos desde el principio para que se sientan parte del nuevo sistema», indicó Peláez.

Esta labor de información se dirigirá a los ciudadanos unos días antes de la activación de cada ruta a través del reparto de dípticos informativos, la difusión de un video que resuelve aspectos que pueden generar confusión y, al mismo tiempo, la distribución de un «pack» con tres cubos con chip. Uno pequeño de color marrón para depositar la basura orgánica en el interior de la vivienda; uno del mismo color aunque de mayor tamaño para sacar la fracción orgánica a la calle y uno de color azul oscuro en el que cada día se deberán depositar el resto de fracciones según el calendario de recogida.

Txema Peláez indicó que los operarios sabrán discernir si los residuos que cada vivienda saca son los correctos o no y, en caso de que detecten algún tipo de error, no recogerán la bolsa y pondrán un adhesivo en el cubo para alertar del mismo. El presidente de la Mancomunitat detalló que, en base a los problemas que observen, las educadoras ambientales se dirigirán al día siguiente a los residentes en estos domicilios para aclarar si ha habido una confusión y ofrecer las explicaciones oportunas.

El cambio de sistema en la recogida de basura representa un reto, especialmente tras los problemas suscitados en Carcaixent con la reciente implantación del contenedor marrón, una experiencia que puede servir para acabar de pulir el nuevo modelo. Txema Peláez señaló como otro «desafío legal» el anteproyecto de la ley de residuos que ha entrado en las Corts Valencianes. «Plantea la previsión de que, a partir de julio de 2022, los pueblos de menos de 6.000 habitantes estarán obligados a hacer el puerta a puerta y nosotros nos estamos anticipando a esa obligación».

La Mancomunitat impulsó un servicio de recogida de basura a la «carta» que, por un lado, introduce como novedad el servicio puerta a puerta en estas nueve localidades; mantiene en Carcaixent el modelo de contenedores temporales que se sacan a la calle y se retiran todos los días, a través del cual se incorporó en febrero el contendor marrón, mientras que los ayuntamientos de Gavarda y Catadau optaron por mantener el sistema de contenedores cerrados que, con el calendario pactado con la empresa concesionaria, se implantará a partir del 23 de mayo.