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Algunos tratamientos contra el hongo del caqui dejan de ser efectivos

Los técnicos detectan cepas resistentes a los escasos fungicidas autorizados en parcelas de Alzira, Benimuslem, Guadassuar y Massalavés

Un árbol afectado por el hongo del caqui. | AVA-ASAJA

Los técnicos de la Cooperativa Agrícola de Alzira (Alzicoop) han alertado de la necesidad de revisar la estrategia de control de la necrosis foliar del caqui una vez se ha confirmado la resistencia del hongo Plurivorosphaerella nawae (anteriormente se le conocía con la denominación genérica de Mycosphaerella nawae) al grupo de fungicidas Qol (estrobilurinas), lo que limita al agricultor las posibilidades de combatir esta plaga que se manifiesta con la aparición de unas manchas de en las hojas que se necrosan y provocan la defoliación del árbol, a la que sigue una maduración anticipada de los frutos que acaban cayendo al suelo. Las cepas resistentes a estos tratamientos se han localizado en parcelas de Alzira, Benimuslem, Guadassuar y Massalavés.

Alzicoop ha informado a sus socios en el boletín correspondiente al mes de abril que en la campaña 2019 se detectaron fallos de control en algunas parcelas de estos municipios, lo que implica que los tratamientos aplicados por los agricultores contra el hongo del caqui con dos de los productos autorizados no dieron resultado, un problema que se confirmó en la pasada campaña.

El técnico de Alzicoop Antonio Soler explicó que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) está estudiando la resistencia de estas cepas del hongo y, al mismo tiempo, también se está analizando si se ha ampliado la zona afectada. Soler señaló que se trata de áreas concretas en cada término municipal y no de una afección generalizada aunque, eso sí, en las que suele predominar el caqui. Por lo que respecta al término de municipal de Alzira indicó que se localiza en la zona de huerta, junt0 a la carretera de Alberic.

Los productores cuentan con apenas media docena de productos autorizados para combatir la necrosis foliar, una relación que a corto plazo todavía se va a restringir más, indicó Soler. La cooperativa ha aconsejado revisar la estrategia de control del hongo del caqui y evitar el empleo de estrobilurinas o, como máximo, hacerlo una sola vez por campaña «mezclada con otro fungicida de diferente grupo».

El informe detalla que el período de riesgo de propagación del hongo suele coincidir con los meses de abril, mayo y junio, si bien las fechas concretas cambian en función de la evolución de la plaga en cada campaña. Los técnicos aconsejan iniciar los tratamientos por las parcelas de fenología más avanzada; empezar con un producto penetrante como difenoconazol y realizar un máximo de tres aplicaciones fungicidas durante el período de riesgo, salvo si se aplica el Bacillus subtilis, cuyo tratamiento debería repetirse cada cinco días, o no realizar dos aplicaciones seguidas con fungicidas del mismo grupo.

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