Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La alzireña Elena Montagud ya es un referente de la literatura romántica

En su última novela, ambientada en Madrid, aborda el maltrato psicológico en la pareja

Elena Montagud. | NICLAS

La alzireña Elena Montagud, una de las firmas más relevantes de la novela romántica, regresa a las librerías con «El desván de los sueños», ambientada en el Madrid actual que también homenajea a los libros y con un trasfondo social: el trauma derivado del maltrato psicológico en la pareja. «¿El final? Feliz, como requieren las novelas románticas», bromea Montagud.

Montagud es filóloga y compagina la escritura con su trabajo de profesora de español para extranjeros y, desde hace un año, con la maternidad. En 2014 autopublicó su primer libro en internet, «Trazos de papel», con gran éxito de ventas, que llevó a un segundo, «Palabras de placer», y a su fichaje por Penguin Random House y cerrar su primera trilogía.

Dos años después publicó su segunda trilogía y la novela «Tu morada en mi piel» (2019) la confirmó como una de las principales autoras del género romántico y erótico de España, que sigue cosechando un gran éxito de ventas.

Los protagonistas de la historia que edita Grijalbo son Tina, una joven de 32 años que decide dejar a su marido, un manipulador que la somete a un maltrato psicológico continuado, y marcha a vivir al madrileño barrio de La Latina, donde empieza a trabajar en la librería «El desván de los sueños»; y Diego, su vecino, un ejecutivo de éxito que ha abandonado su trabajo para hacerse cargo de su sobrino y arrastra también un trauma por su relación con su madre.

«Cincuenta sombras de Grey» supuso un punto de inflexión en la novela romántica-erótica con la atracción al género a más lectoras, pero los hombres -asegura- siguen siendo recelosos de estas lecturas. Una circunstancia que no se da en la novela negra, indica, que va cosechando cada vez más tanto público femenino como autoras.

Estigma social

La presencia de escritores del género romántico es también casi simbólica, «y se dice que hay algún autor que escribe con pseudónimo de mujer», añade, reforzando el estigma que acompaña a esta literatura.

La novela romántica, señala, vive un buen momento, ha dado grandes pasos adaptándose a los cambios sociales, pero continúa «asociándose con clichés y estigmas como que es para mujeres, amas de casa aburridas y que no tienen profundidad». Muy lejos de la realidad, defiende la escritora, que aborda en sus novelas temas sociales como el acoso escolar o los maltratos en la pareja.

«La literatura es también un espejo de la realidad y podemos dar ejemplo y abrir una reflexión», reivindica. De hecho, asegura que con «El desván de los sueños» está recibiendo mensajes de lectoras que se sienten identificadas con la protagonista y tomando conciencia de su problemas.

«Esto me hace sentir bien», afirma la escritora, así como el hecho de que agradezcan que se aborden estos temas, se «sientan escuchadas» y puedan compartir sus problemas.

Aficionada a las novelas de terror y a García Marquez

De niña era aficionada a la lectura de novelas de terror, de Stephen King, y sus primeros relatos, con los que ganó premios, eran de este género y del fantástico. En «El desván de los sueños» ha querido también hacer un homenaje a sus autores favoritos y a su libros de referencia, entre ellos «Como agua para chocolate» o «Cien años de soledad». Asegura sentirse cómoda en la novela romántica, aunque quizá coquetee en su próxima novela con el género contemporáneo para poder plantear un final «que no sea siempre feliz».

Compartir el artículo

stats