La Guardia Civil ha destruido una caja repleta de explosivos deteriorados y abandonados hallados en el interior de una vivienda de Sumacárcer. El primer aviso se notificó el pasado 26 de abril, cuando un hombre acudió al cuartel de Cárcer comunicando la aparición de una caja de supuestos explosivos en la casa de un familiar ubicada en Sumacàrcer. Los encontró mientras realizaba una limpieza del inmueble, presumiblemente tras un periodo en el que estuvo deshabitada.

Una vez conocidos los hechos, el Grupo Especial de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de València se desplazó hasta la vivienda de Sumacàrcer, donde comprobó que, efectivamente, se trataba de explosivos con los etiquetados caducados y deteriorados, según detalló ayer la propia benemérita.

En la caja estaban acumulados más de 10 kilogramos de amonita en formato de cartuchos. El nitrato de amonio se utiliza, habitualmente, en la producción de fertilizantes aunque también se utiliza en actividades mineras. Concretamente, el material explosivo se hallaba empaquetado dentro de unas maletas junto a casi ochenta metros de mecha lenta embreada.

Todos estos efectos, en muy mal estado de conservación, fueron retirados por los especialistas del GEDEX. Luego, se procedió a su destrucción de manera controlada con medios propios en la cercana cantera de Cotes.

Descuidos repetidos

No es la primera vez que esta unidad de la Guardia Civil acude a la localidad de la Vall del Xúquer ante la aparición de explosivos. De hecho, es un escenario que se ha repetido en diversas ocasiones en el pasado en circunstancias prácticamente calcadas: una persona acude a una casa de un familar tras mucho tiempo para realizar labores de limpieza o mantenimiento, bien porque quiere recuperar su uso como vivienda principal o secundaria o bien porque quiere venderla, y durante estos trabajos localiza una caja de madera repleta de explosivos caducados.

Durante muchos años, fue habitual el uso de este material para transformar la montaña. En más de una ocasión, la dinamita u otros productos explosivos se guardaban en cajas para un futuro uso. No obstante, en un descuido más que evidente, los propietarios se olvidaban de su existencia y las cajas se han localizado treinta o cuarenta años después.

«No se debe tocar ni manipular», alerta la Benemérita

Los hallazgos de material explosivo abandonado durante años se han repetido de forma esporádica aunque recurrente en varias localidades, especialmente en aquellas ubicadas en la montaña. Dado el peligro que supone el material explosivo pese al paso del tiempo, desde la Guardia Civil de Valencia se recuerda que la forma de actuar ante el hallazgo de algún artefacto explosivo consiste «en no tocar, ni manipular el objeto y avisar de inmediato a través del número de teléfono 062».