La situación sanitaria se mantiene estable en la comarca. Se producen muy pocos contagios y se frena la cadena de nuevas infecciones. De hecho, según los datos ofrecidos por la Conselleria de Sanitat se mantiene la incidencia acumulada y apenas se suman una treintena de casos nuevos. Con todo, la estadística también muestra que gran parte de los positivos se concentra en solo seis municipios.
Alzira, Sueca, Cullera, Alberic, Carcaixent y Algemesí aglutinan el 62 % de los contagios registrados en la comarca en los dos últimos meses. Concretamente cuatrocientos, repartidos del siguiente modo: 110 en Alzira, 87 en Cullera, 74 en Sueca, 58 en Alberic, 38 en Carcaixent y 31 en Algemesí. Con todo, tan solo en Cullera se han alcanzado niveles de incidencia más elevados. Los datos ofrecidos por Sanitat le atribuían 41 casos en catorce días, lo que supone alcanzar un índice de 182,05 por cada cien mil habitantes. En el lado opuesto de la balanza, una decena de pueblos no han sufrido ni un solo contagio en dos meses. Es el caso de Càrcer, Alcàntera, Manuel, Beneixida o Sumacàrcer, entre otros.
Tres nuevas defunciones
La estadística cifraba en 138 los casos activos en la comarca, lo que sobre una población de trescientos mil habitantes supone una incidencia acumulada por debajo del nivel medio de riesgo (41,79).
Pese a que la estabilidad se ha instalado en la Ribera tras unos meses muy complicados, todavía se producen nuevas defunciones. Entre las dos últimas actualizaciones de datos se han añadido tres fallecidos: uno en Catadau, otro en Corbera y uno en la Pobla Llarga. De ese modo, ya son 392 las personas que han perdido la vida tras contraer la Covid.
Un enfermo de Covid recibe el alta tras dos meses ingresado
Superar la enfermedad es siempre motivo de alegría. Y de agradecimiento. Un paciente de Covid del Hospital de la Ribera entregó, tras recibir el alta médica, un mensaje enmarcado a las que han sido sus cuidadoras durante los dos meses que ha permanecido ingresado. Concretamente, hace referencia al personal sanitario de la planta cuarta, de donde «sale una luz tan temprana que todos están dispuestos a bailar a su ritmo», comenta el paciente, que prosigue: «A mí me hicieron el regalo de mi vida: traerme de la oscuridad». Concuye, eternamente agradecido, que, aunque no conoce sus nombres, «son un grupo para llevárselo en el bolsillo a casa».
