El crecimiento del Alzira Futbol Sala en las últimas temporadas es evidente. El primer equipo, que recientemente ha certificado la permanencia en 2ª División, subió de Tercera a Segunda con un ascenso por temporada: en la 17-18 y en la 18-19, en la que fue campeón en 2.ª División B contra todo pronóstico y venció en el playoff a CFS La Gomera. Los alzireños irrumpían sin preverlo en una lista de privilegiados, en la de los 30 mejores equipos de todo el país,
De momento, el próximo curso, afrontará su tercera temporada en la categoría de ‘Plata’. Paralelamente, la base, bautizada como Escuela 360º AFS, lleva unas temporadas trabajando dentro de una misma metodología, cuyo objetivo radica en alimentar una destacada seña de identidad y, además, facilitar el progreso de los jugadores y monitores dentro de las diferentes categorías. Aunque este trabajo conlleva constancia para ver resultados, se advierte acertado.
Uno de los escalones más grandes está, sin duda, entre el primer equipo y el segundo, que actúa con la nomenclatura de ‘Sub23’. Entre el Family Cash Alzira en 2.ª División y el Sub23, dirigido por Virgilio García ‘Xiqui’ y Luis Hernando, son cuatro las categorías de separación, lo que dificulta que los jugadores del filial puedan nutrir la primera plantilla en casos de lesiones, ausencias o cualquier otro motivo, ya que el salto de una a otra es enorme.
El Sub23 se encuentra en plena lucha por acortar esa distancia. Los de Xiqui, tras acabar la primera fase como primeros del grupo con 12 victorias y dos empates, han accedido a la liga de promoción de ascenso a Preferente como líderes, aunque el ascenso «será muy complicado», advierte su entrenador. De los ocho que componen la liguilla de promoción, solamente uno se adjudicará el pase a la categoría Preferente.
Apoyo desde la grada
«El ascenso de categoría sería importante para acortar distancias con el Family Cash de 2.ª División y hacer más viable un posible apoyo al primer equipo, ya que ahora el salto es tremendamente grande, aunque sí es cierto que nuestro portero ha estado entrenando con el de 2.ª División durante un mes», comenta el técnico cullerense, quien se hizo cargo del equipo en el curso 18-19, cuando el senior subió a 2.ª B.
En su tercera temporada al frente del equipo, y con el ascenso a Preferente en juego, Xiqui da total mérito «a la actitud de los chicos», que a pesar de todas las dificultades «lo dan todo en cada entrenamiento y partido». Además, tras jugar prácticamente toda la temporada sin público por la pandemia, la vuelta de familiares y amigos puede ayudar mucho en esta segunda fase. «Pasar de jugar con la grada vacía a hacerlo con familiares, amigos y algún abonado o abonada del primer equipo que se acerque al pabellón, puede ser muy positivo», vaticina el técnico, cuyo éxito, lejos de la consecución del ascenso, ya está más que garantizado.
