Carcaixent reforzará la vigilancia en el Passeig tras comprobar el repunte de actividades incívicas en algunos de sus vecinos. Consitorio y sector hostelero colaborarán para evitar que se lleven a cabo botellones en la calle y se produzcan conductas contrarias a las recomendaciones sanitarias. Según detalló el propio ayuntamiento, éstas «derivan en intoxicaciones etílicas graves y altercados que han obligado a intervenir a la policía, la Guardia Civil o los servicios sanitarios.

Los representantes políticos y del sector hostelero de la zona del Passeig se reunieron esta semana y ambas partes coincidieron en la necesidad de frenar este tipo de comportamientos de manera coordinada. «Después de un año de restricciones, es muy importante hacer bien las cosas. Por muchas ganas de fiesta que tenga la gente, hay que cumplir las normas y las recomendaciones sanitarias. Es inaceptable el consumo abusivo de alcohol, especialmente entre menores, como también lo es su venta, algo que también se ha detectado», comentaron las autoridades municipales.

El consistorio coincidió con el sentir de la población en la necesidad de «recuperar la normalidad», pero subrayó que esto no debe producirse de forma irresponsabe. «Carcaixent es un pueblo que reúne unas características inmejorables para el ocio, pero no podemos dejar de lado la realidad sanitaria. Debemos mantener nuestro esfuero para que las relaciones sociales sean sanas y seguras», insistió el alcalde, Paco Salom.