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El Consell deplora el bloqueo al centro de salud mental de Favara

El catedrático y comisionado de la Generalitat, Rafael Tabarés, reclama a los partidos que dejen de utilizar a personas «que sufren graves problemas de discriminación como arma arrojadiza»

Antiguo hotel y prostíbulo elegido para albergar el centro para enfermos mentales. | PERALES IBORRA

Favara podría estar agradecida de formar parte del mapa de nuevas infraestructuras sociosanitarias elaborado por el Consell. Pero, lejos de eso, las discrepancias entre PSPV y Compromís (socios en el gobierno autonómico) han llevado al bloqueo del proceso de tramitación que permitirá la construcción de un centro específico para personas con enfermedad mental crónica en la localidad. El recientemente nombrado por el president Ximo Puig como comisionado en salud mental, el catedrático de psiquiatría de la Universitat de València Rafael Tabarés, deploró ayer este comportamiento: «Basta ya de utilizar a estas personas, que sufren graves problemas de discriminación, como arma arrojadiza».

El escenario político de Favara es propicio para el bloqueo de cualquier propuesta. Compromís, enemistada con el PSPV, gobierna en minoría. Los socialistas y el PP han ejercido un frente común contra el ejecutivo de Oro Azorín. Por ejemplo, a la hora de bloquear los presupuestos del municipio. Pero la semana pasada dieron un paso más a la hora de rechazar la autorización para la construcción del centro entro específico para personas con enfermedad mental crónica y el centro de rehabilitación e integración social, infraestructuras incluidas en el ambicioso plan social elaborado por el Consell.

«Resulta satisfactorio que Favara pueda contar con estos centros porque supone una clara mejora de recursos para las personas con trastornos mentales graves. Pero llama la atención que, una vez más, los problemas relacionados con la salud mental y las inversiones en estas personas se entremezclen con las rivalidades políticas», lamentó Tabarés sobre lo ocurrido en la localidad.

Según el catedrático, la situación asistencial de estas personas presenta numerosos problemas desde hace muchos años. «Se viene de una situación deficitaria, con un exceso de institucionalización y una distribución territorial muy poco equitativa. Así lo han reflejado diversos informes del Síndic de Greuges. Y a esto le debemos añadir el impacto de la pandemia desde hace ya más de un año. Por esta razón, el Consell acordó tener una hoja de ruta con nuevas prioridades que plantea contar con nuevos recursos que garanticen la cobertura de este territorio», comentó al respecto.

También afeó el excesivo énfasis que se le ha dado a la ubicación elegida, y más concretamente a uno de sus antiguos usos ya que se trata de un edificio enorme junto a la carretera que albergó un hotel, una discoteca y un prostíbulo. «No favorece, para nada, a estos colectivos, que se ponga el foco ahí. Muchas personas relacionan los trastornos mentales graves con la violencia o la marginación, por lo que aumente la estigmatización que sufren», añadió.

«Un plan así es bienvenido»

La construcción del centro se antoja, por tanto, necesaria. Y se engloba dentro de un ambicioso proyecto autonómico para el que se prevé una inversión superior a los 500 millones de euros. La decisión no se ha tomado a la ligera. Con todo, socialistas y populares negaron al ejecutivo local el cambio de uso urbanístico, que en estos momentos es hotelero, necesario para su conversión en un centro sociosanitario. «Que el Consell ponga en marcha un plan de mejora a la atención de personas con trastornos mentales graves es siempre bienvenido», insistó Tabarés.

«Pediría a los partidos políticos que usan este tipo de asuntos para la confrontación que tengan mucho cuidado. Es innecesario. La sociedad debe estar más concienciada y esto no ayuda. Lo que tenemos que hacer es lograr que estos pacientes se integren al máximo», concluyó el comisionado.

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