El presidente de la Junta Local Fallera de Alzira, Jaume Bohigues, advirtió ayer que retrasar hasta septiembre la celebración de las fiestas josefinas representa un «suicidio» y, según dijo, «nos condena directamente a pensar en las Fallas de 2022» ya que considera que resulta inviable obligar a los falleros a pagar las cuotas de todo un año en apenas unos meses para afrontar el siguiente ejercicio.

Bohigues se mostraba indignado. Por un lado, por el hecho de que los medios de comunicación hubieran dado a conocer la propuesta que la Conselleria de Sanitat tenía previsto trasladar a la mesa de seguimiento de la Covid-19 antes de la reunión convocada para la tarde de ayer -«me parece una poca vergüenza, ya que supone tirar por tierra el trabajo de esta mesa. Yo me siento traicionado», dijo- y, por otro, al frustrarse la expectativa de poder celebrar las Fallas, aunque fuera con limitaciones, en julio.

«Hacerlas en julio ya supondría un sacrificio para el mundo fallero porque sólo tendría seis meses para cubrir el presupuesto, hacerlas en septiembre es inviable. También hay que mirar por el fallero y parece que con este calendario solo están pensando en las empresas. A ver quie se atreve a pedir a los falleros que paguen toda la cuota en tres meses hábiles. A mi no me cuadra», comentó el dirigente de la JLF alcireña, quien reveló que existe un «malestar monumental» en los municipios por esta propuesta, según se desprende de las conversaciones que mantuvo ayer con integrantes del denominado G-8, entidad que agrupa a las juntas locales de Alzira, Sueca, Xàtiva, Gandia, Torrent, Sagunt, Dénia y Borriana.

«Algunos han comentado que quieren celebrar las fiestas a finales de junio o principios de julio», indicó, mientras señalaba que, en el caso de Alzira, hasta que la representante de la JLF en la mesa de seguimiento, Mª José Boluda, no comunique las conclusiones de la reunión prevista para ayer, «no podemos trasladar ninguna petición concreta al ayuntamiento».

Jaume Bohigues defendió el buen comportamiento que ha tenido la ciudadanía de Alzira en general durante la pandemia y señaló que demorar la celebración de las fallas a septiembre añade un punto más de incertidumbre. «Nosotros hemos apostado por ayudar a todos y cuando llega la hora de la verdad nos vuelven a engañar. Sería dos años en blanco. Una de las características de los casales es el calor, pero con este largo parón se han enfriado y, esto, a la larga, tendrá consecuencias», auguró el dirigente de la junta fallera alcireña.

«Nos han hecho una encerrona, nos han tenido engañados»

Las palabras de Jaume Bohigues desprendían ayer, más que malestar, indignación. No comprende como Sanitat demora al mes de septiembre el calendario para celebrar las fallas mientras, detalló, el sábado se vivía en València una manifestación contra el propietario del Valencia CF, Peter Lim, o diferentes capitales registraron el domingo multitudinarios botellones al decaer el estado de alarma. «Parece que este virus es sólo para los falleros», señaló Bohigues, quien en nombre del G-8 dijo que los pueblos no comparten este calendario propuesto por Sanitat y consideran que «se ha hecho una encerrona a las fallas, nos han tenido engañados para esto».