La Policía Local de Alzira inmovilizó el pasado fin de semana siete ciclomotores por tener presuntamente alteradas sus condiciones técnicas. Además, uno de los conductores dio positivo en la prueba de detección de drogas.

«Los ciclomotores son inspeccionados ‘in situ’ por los agentes y en caso de presentar evidentes muestras de alteraciones, modificaciones, reformas no autorizadas, emisiones contaminantes u otras faltas graves, son inmovilizados», comentan fuentes policiales.

A su vez, Sara Garés, concejal de Seguridad, destacó los resultados de este tipo de campañas: «Realizamos estas campañas para garantizar la seguridad de los vehículos que circulan por nuestras vías, tanto para los propietarios como para el resto de conductores y peatones».

Una vez inmovilizados los vehículos, los agentes realizan las inspecciones técnicas completas para determinar la relación de defectos que presentan. Luego se requiera al usuario a realizar las reparaciones pertinentes antes de una nueva inspección.

Los titulares de los ciclomotores inmovilizados son sancionados en relación a las infracciones detectadas y en virtud del reglamento general de vehículos (500 €). De superar el límite máximo de ruido admisible también son sancionados por el reglamento general de circulación (200 €). En las inspecciones de los siete ciclomotores inmovilizados se detectaron un total de 45 faltas graves y 2 faltas muy graves.