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La figura del Dr. Ferran revive en pandemia

Un grupo de investigación analizará la vacuna probada en Alzira un siglo después

Una imagen del doctor Ferran durante la vacunación anticólera en las Escuelas Pías. | LEVANTE-EMV

La relevancia histórica del doctor catalán Jaume Ferran i Clua no se entendería sin su vinculación con la comarca de la Ribera y, en especial, con Alzira. Hasta dos vacunaciones masivas probó, hace aproximadamente un siglo en la capital comarcal: la más conocida, contra el cólera, y también contra la tuberculosis. Ahora su figura resurge de nuevo en medio de una pandemia.

La ciudad ejerció de cobaya de Ferran en dos ocasiones. Se trasladó a Alzira en 1885 junto a sus colaboradores, los médicos Amalio Gimeno e Inocente Paulí para iniciar el proceso de vacunación contra el cólera. Se estima que se inyectaron a 11.050 personas. En marzo de 1919 inició la campaña contra la tuberculosis en Alzira, de nuevo con una cifra de pinchazos superior a las diez mil personas. De esta vacuna se administraron también cerca de tres mil dosis en Alberic.

Un siglo después, su figura «revive» en plena pandemia ya que un grupo de investigadores del Servicio de Microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona (Barcelona), extraerá el ADN de la vacuna contra la tuberculosis que el doctor Jaume Ferran i Clua creó hace cien años, en lo que será la primera secuenciación genética de una vacuna histórica.

Un reto sin precedentes

El jefe del Servicio de Microbiología, el doctor Pere Joan Cardona, se ha propuesto este reto científico coincidiendo con la conmemoración este 2021 del Año Ferran, dedicado al médico catalán por parte del Colegio de Médicos de Barcelona.

El profesor y residente en formación especializada en Microbiología y Parasitología del Germans Trias i Pujol, Adrià Antuori, ha explicado que el grupo de investigación de Pere Joan Cardona, del que forma parte, espera poder completar la información genética de la vacuna AntiAlfa, denominada así por Ferran, durante este año.

«Es la primera vez que se afronta un reto similar. Nunca antes se había secuenciado una vacuna histórica», ha recalcado Antuori.

Caja precintada

Si el autor de esta vacuna que se estudiará ahora en el Servicio de Microbiología del Germans Trias i Pujol es singular, no lo es menos la historia de cómo han llegado a manos del doctor Cardona los viales del año 1921.

Cardona ha relatado a sus colaboradores que tiene relación con anticuarios porque habitualmente compra libros antiguos y que los viales le llegaron a través de este medio, en una caja muy bien precintada.

Por ello, propuso el análisis de los cinco viales de cristal, datados el año 1921, para ver qué usó el doctor Ferran i Clua para construir la vacuna, ya que muchos científicos aún no creen hoy en día que utilizara el bacilo de la tuberculosis.

«Con el estudio del ADN de la vacuna, lo sabremos», ha apuntado Antuori, que ha añadido que aún no tienen claro qué repercusión puede tener esta investigación en la ciencia actual.

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