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Ni la merma de cosecha garantiza la rentabilidad a la fruta de hueso

La Unió de Llauradors estima que los precios serán parecidos o inferiores a los de la pasada campaña y advierte de que cada vez se trata de un cultivo «más inviable para los productores»

Un campo de Carlet con la cosecha dañada. | PERALES IBORRA

Los productores de fruta de hueso de la comarca se aferraban al único clavo ardiendo que estaba a su alcance: que la reducción de la cosecha se tradujese en unos ingresos económicos mayores. Una posibilidad que se antoja un tanto complicada, según las previsiones de la Unió de Llauradors. Solo en el mejor de los casos se conseguirán precios superiores a los del pasado y lo más previsible es que sean inferiores, pese la merma de producción. «En resumen, para el productor significará pocos kilos y descenso de ingresos», manifestó el colectivo.

Como ya adelantó Levante-EMV, la situación del cultivo nada tiene que ver con la de hace una década, por ejemplo. Las retroexcavadoras han arrancado en los últimos dos años campos que suman 3.800 hanegadas en el término de Carlet, según el cómputo realizado por la Cooperativa Agrícola Sant Bernat, lo que representa que se ha perdido el 42 % de la superficie dedicada a la fruta de hueso. Las primeras previsiones de campaña situaban la producción en un mínimo histórico de 4,5 millones de kilos. A este escenario se sumó la serie de nueve días de lluvia intermitente y humedad de finales de abril con problemas de floración y cuajado en ciertas variedades, sobre todo de albaricoque, lo que provocó que la campaña se iniciara con un retraso medio de unos diez días.

«Los precios serán parecidos o incluso inferiores a la pasada campaña y no compensarán el gran descenso de cosecha de este año. La demanda, pese a haber una producción inferior, no ha sido la deseada. Ni nuestros mercados habituales europeos ni tampoco los nacionales han tirado del consumo y los ingresos serán inferiores a los de la pasada campaña. Por el contrario, los precios en supermercados y grandes superficies oscilan los 3 euros/kg por ejemplo en el albaricoque, del cual el agricultor percibirá en el mejor de los casos una cantidad de 0,60 €/kg, cifra por debajo del coste de producción», manifestó ayer el sindicato agrario.

Reducción generalizada

Las primeras estimaciones de la Unió apuntan a una reducción de producción en la Comunitat Valencia del 20 % en relación al pasado ejercicio y de casi el 40 % sobre la media de los últimos cinco años. La caída se da también en las otras zonas productoras del Estado y en las del resto de la UE. El mayor descenso se da en nectarinas, melocotones y albaricoques, con una reducción media generalizada del 35 %, mientras que en ciruelas y paraguayos, se espera un incremento medio del 9 %.

«La superficie de fruta de hueso representa en la Comunitat Valenciana ya solo el 9% de la superficie total del Estado, perdiendo representatividad desde el año 2002 cuando era del 16 %. En todos estos años, mientras en España ha desaparecido el 2 % de tierras de cultivo de fruta de hueso, en la Comunitat Valenciana ha sido del 41 %», explicó la Unió, que prosiguió: «Y si hablamos en términos de producción es del 3%, lo que provoca que nuestra capacidad de influencia en la fijación de los precios sea inexistente. Además, el incremento de costes tanto de producción como de materias primas de confección o energía, que no se refleja en un incremento del precio final, trae como consecuencia que el cultivo de fruta de hueso en nuestro territorio sea año tras año más inviable para los productores».

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