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El PSOE agota el banquillo de suplentes en Alcàntera tras la victoria 9 a 0

La renuncia de un edil provoca que se ofrezca el escaño al cuarto y último reserva después de que corriera la lista por otra baja al constituir el pleno

El alcalde de Alcàntera, Julio García (PSPV). | V. M. P.

Ramón Tormo Perucho nunca posiblemente imaginó cuando aceptó ir como cuarto y último suplente en la candidatura del PSPV-PSOE de Alcàntera de Xúquer en las últimas municipales que podría ocupar un escaño en el ayuntamiento aunque, cuando se acaba de superar el ecuador de la legislatura, tiene la oportunidad de tomar posesión del acta de concejal. Y gracias a que Julio García consiguió elaborar una lista con cuatro suplentes, algo poco habitual tanto en pueblos pequeños como en ciudades más grandes -la gran mayoría de candidaturas tienen menos reservas o incluso ninguno-, ya que de lo contrario ya formaría parte de la corporación.

La renuncia de Sergio Pascual como concejal provocará que el PSOE de Alcàntera agote el banquillo, una situación totalmente atípica que no es producto de un goteo de deserciones o bajas, sino de la arrolladora victoria que los socialistas lograron en las municipales de mayo de 2019 al conseguir los nueve escaños en liza. La lista de cuneros presentada por el Partido Popular no obtuvo representación, lo que en ausencia de otras candidaturas, dio lugar a un histórico 9-0.

«Podíamos haber hecho la lista más larga, pero no sabíamos que íbamos a sacar nueve», comenta el alcalde de Alcàntera, Julio García, que mantiene que le gustaría tener alguien en la oposición. «Esto no es bonito», asegura el munícipe.

Una sola baja tras el 26-M

Solo uno de los integrantes de la lista renunció a tomar posesión del escaño al constituir la corporación municipal en junio de 2019, lo que obligó a mirar desde un primer momento hacia los suplentes, aunque los dos primeros rechazaron el ofrecimiento por lo que desde el principio se incorporó al gobierno monocolor Mª Teresa Baides, que figuraba como tercer reserva.

La reciente renuncia de Sergio Pascual por motivos laborales, apunta el alcalde, obliga a agotar la lista con el ofrecimiento que la secretaria-interventora realizará a Ramón Tormo para que ocupe la vacante, siguiendo el orden de la candidatura.

El PSOE se queda sin banquillo, tanto si Tormo entra como si no, aunque en cualquiera de los casos se trata de un problema menor. La legislación vigente permite a cualquier partido que se vea en esta tesitura recurrir a una ciudadano de a pie que no haya concurrido como candidato y no se encuentre inhabilitado o en causa de inteligibilidad para ocupar el escaño que queda vacante. Sin oposición y con la garantía de sacar adelante cualquier propuesta, tampoco el actual gobierno tendría urgencias.

El alcalde, con todo, se muestra incómodo con una legislatura tan cómoda. «Esto no es bonito, fue más emocionante el recuento en las elecciones de 2015, cuando conseguimos la mayoría absoluta y nos quedamos a pocos votos del sexto concejal, que el de 2019. Es una satisfacción ese nivel de apoyo que recibimos, pero no es bonito», comenta Julio García, que incide en que le gustaría «tener oposición».

«Es más democrático, aunque al final es el pueblo el que habla. Yo soy una persona muy de calle y la calle es la que me habla. Llevo más ropa de trabajo que de alcalde y si la gente tiene algo que comentarte, te lo dice, la calle es muy clara conmigo y estoy contento porque -en ausencia de oposición- la calle es la que me dice las cosas», comenta.

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