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Xúquer Viu alerta que el río Albaida no puede esperar un año sin el mínimo caudal

El colectivo ecologista tomará «las medidas que sean necesarias» si el afluente no se recupera tras, al menos, dos semanas con tramos secos

Algunos tramos del Albaida muestran más agua, pero el río sigue sin hacer honor a su nombre. | XÚQUER VIU

Entre los malos olores de la presa de Bellús y la escasez de caudal que ha llevado incluso la sequedad completa en algunos tramos, el río Albaida no pasa por su mejor verano. Pese a que la CHJ anunció recientemente una serie de mejoras cuyos efectos se podrán observar dentro de un año, el colectivo Xúquer Viu alertó ayer de que se trata de un periodo demasiado largo dada la urgente situación por la que pasa el principal afluente del Júcar.

«Si se tiene en cuenta que el problema todavía no se ha solucionado y que desconocemos si viene de antes, como poco se alarga ya quince días y no se ve que pueda tener una solución a corto plazo», apuntó ayer el portavoz del colectivo ecologista, Paco Sanz.

Para paliar los problemas que arrastra el río Albaida, la CHJ está licitando la instalación de una torre multitoma, que posibilitará la elección del estrato idóneo del embalse por su mejor calidad para realizar los desembalses y prevé que esté lista para el próximo verano. Un plazo que los activistas ven demasiado largo: «No pueden dejar al Albaida sin garantías durante el tiempo que duren las obras».

Si bien es cierto que algunas de las zonas que se encontraban prácticamente secas ofrecían en los últimos días una mejor imagen, todavía está lejos de ser una corriente continua de agua, rasgo característico, por definición, de los ríos. El Albaida se ha beneficiado, sobre todo, de la abundante agua que circula por la acequia Escalona y que, en ocasiones, aporta caudal al afluente. Esto también genera problemas al ecosistema, ya que en ocasiones se quedan atrapados peces en charcos y están condenados a morir ante la falta de recursos.

Xúquer Viu también mostró su preocupación por los malos olores en Bellús, que podrían tener su origen «en una depuración suficiente y colectores de origen industrial». Algunos miembros de la plataforma han observado «un vertido de agua con un color y olor muy desagradable». Por último, el colectivo advirtió que tomará cartas en el asunto si no ve una mejoría pronto: «El problema estructural que impide embalsar más agua en Bellús también perjudica al río. Al menos, debería soltarse tanta agua como entra en el pantano. Y si tuviese mayor capacidad se podrían realizar sueltas de suficiente volumen para garantizar que se recupere. El caudal mínimo ecológico, que debería ser mayor, se tiene que respetar siempre. Pensamos que existe un incumplimiento de la norma, así que haremos un seguimiento del caso y estudiaremos las medidas a tomar si no se recupera el río», sentenció.

«Tarquim» para el ministerio

Xuquer Viu otorgó el pasado fin de semana el premio «Tarquín Pudent», concedido por votación popular entre los asistentes a la fiesta anual celebrada este año en Albalat de la Ribera, al Ministerio de Transición Ecológica, por «dejar que se seque el río Albaida y por proponer caudales ecológicos completamente insuficientes» para el Júcar. El colofón del acto lo puso Enric Casassús, acompañado a la guitarra por Jaume Pedrós, con un recital dedicado a Ovidi Montllor.

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