Los socialistas de Carcaixent no apoyarán la subida de impuestos propuesta por su socio de gobierno, Compromís. Lo anunciaron ayer en un comunicado en el que han justificado su posición «por coherencia y responsabilidad con las familias en plena pandemia».
El PSPV no aceptará ninguna modificación de las ordenanzas fiscales que suponga una mayor carga impositiva sobre la ciudadanía al considerar que puede afectar a la recuperación económica. «No es momento de subir tributos, sino de superar la crisis económica y social y adentrarnos en la reconstrucción», argumentan los dirigentes socialistas.
Mantener las ordenanzas fiscales del IBI, el IVTM y el IAE en los niveles de 2019 supondrá unos recortes de 1,2 millones de ingresos. Para solucionar la falta de fondos del consistorio, Diert entiende que «se deberá realizar una reestructuración del presupuesto municipal para adaptarlo a las nuevas circunstancias siempre con la prioridad de seguir prestando servicios públicos de calidad».
La vicealcaldesa y portavoz del PSPV, Sara Diert, ha destacado que se trata de «la decisión más responsable» y ha recordado que el año 2019 votó a favor de incrementar estas tasas «para cubrir nuevos servicios y pagar sentencias judiciales heredadas».
El conflicto con los impuestos en Carcaixent viene de lejos. El pleno en el que se votó la modificación de la ordenanza municipal en 2019 se tuvo que suspender tras una algarada que obligó al gobierno a ser escoltado por la Guardia Civil. Se volvió a convocar y finalmente se aprobó, pero la Justicia lo acaba de anular por un defecto de forma.
