El próximo mes de enero, según los cálculos previstos, estará acaba la rotonda entre la carretera de Corbera y el Forn de Carrascosa. La Diputació de València invertirá 2’2 millones de euros en esta obra, que pretende mejorar la seguridad de las vías CV-510 y CV-506 con una serie de mejoras y adaptaciones. La construcción de la glorieta en la intersección contará con un islote central y dos carriles con arcenes interior y exterior.

Según ha informado el consistorio en un comunicado, la actuación está planteada considerando las cuestiones ambientales, paisagísticas y patrimoniales.

Además de la nueva glorieta, el proyecto incluye una serie de medidas con el fin de evitar riesgos a la seguridad. Para resolver el problema de las escorrentías cuando llueve, se ha diseñado una red de drenaje completa, que conducirá todo el caudal que reccoja la carretera al barranco.

Como medidas de seguridad viaria, en el cruce de la CV-510 con el camino rural que conduce a la Portella de Severino, se ha proyectado la prohibición de los giros a mano izquierda y la circulación de Portella de Severino con Corbera, y viceversa, a través de dos nuevas glorietas.

El regidor de Obras Públicas, Fernando Pascual, ha destacado la «importancia de las obras, ya que se trata de un cruce muy peligroso y con esta nueva rotonda paliará el número de accidentes de tráfico que se registran en este punto de la carretera de Corbera».