Alzira es una ciudad un poco más segura frente a las inundaciones. El ayuntamiento ha finalizado las obras de instalación de la válcula antirretorno y las compuertas en el Pont de Ferro, lo que impedirá que el agua del Xúquer, durante crecidas provocadas por lluvias intensas, se introduzca en la red de alcantarillado. Este problema ha provocado, en más de una ocasión, inundaciones en la zona de la Vila.

Según explicó ayer el consistorio, la compuerta tiene unas dimensiones de 2,8 x 1,7 m y un peso cercano a una tonelada, «lo que garantiza que el agua del río Xúquer no entre en el sistema de alcantarillado, ya que el mecanismo instalado permite el cierre automático en el momento en que se detecta la imposibilidad de continuar derramando las aguas pluviales recogidas en el río».

En los últimos cinco años, los problemas derivados del retorno de las aguas ocasionaron problemas considerables en dos ocasiones, durante fuertes temporales. El portón cuenta con una estructura de hormigón armado en la que también se ha instalado un sensor que permitirá conocer, en todo momento, el nivel de agua en dicho punto.