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La Mancomunitat se debilita al marcharse también Almussafes

El gobierno local aprueba en el pleno iniciar el expediente para dejar de formar parte de una entidad comarcal a la que, según el alcalde, se aporta mucho más de lo que se recibe a cambio

Un momento del pleno celebrado ayer en Almussafes. | LEVANTE-EMV

Almussafes ya ha iniciado los trámites para dejar de pertenecer a la Mancomunitat de la Ribera Baixa. El pleno de la corporación municipal aprobó ayer darse de baja de la entidad, que se verá debilitada por el abandono de la tercera localidad más poblada de la comarca. De ese modo, dos de los tres municipios con más habitantes quedarían fuera de la mancomunidad, ya que Cullera fue el primero en marcharse.

El alcalde de Almussafes, Toni González, argumentó, como ya ha comentado en diversas ocasiones, que la localidad aporta más a la mancomunidad de lo que recibe de esta. «El esfuerzo económico anual que realizamos como municipio integrante de este ente comarcal no tiene prácticamente ninguna contraprestación por lo que se refiere a servicios que redunden en beneficio de nuestra ciudadanía y de ahí esta meditada y firme decisión de dejar de formar parte de la Mancomunitat de la Ribera Baixa», alegó. En este sentido, el gobierno local estima que ha colaborado con el pago de cuotas que económicamente suman 469.000 euros desde el año 2012 y que ascienden a aproximadamente 1.750.000 euros contabilizados los 35 años de pertenencia. Asimismo, se compromete a destinar el dinero que reservaba para satisfacer la cuota anual, actualmente 41.000 euros, al desarrollo de proyectos relacionados con el fomento del empleo y la atención social.

En este sentido, y siguiendo la normativa de la institución, el primer paso para desvincularse de ella es, precisamente, el acuerdo del pleno municipal, que se alcanzó en el mediodía de ayer con los votos a favor de los nueve concejales del PSPV-PSOE, que son los que integran el equipo de gobierno. Los tres ediles de la oposición, de Compromís y PP, votaron en contra de la medida.

De esta forma, Almussafes inicia el procedimiento para desligarse de la Mancomunitat de la Ribera Baixa, de la que la localidad forma parte desde 1986. Entre los requisitos para poder solicitar esta desvinculación voluntaria se encuentran, además del acuerdo plenario del ayuntamiento, hallarse al corriente en el pago de las aportaciones y haber transcurrido el periodo mínimo de pertenencia estatutariamente establecido, dos condiciones que se cumplen. Ahora, la institución dispone de un año para aceptar esta separación, que deberá reflejarse en un acuerdo por mayoría absoluta en su pleno que será publicado en el DOGV para su constancia en el registro autonómico de entidades locales.

Prestación de servicios

«No creo que debamos estar manteniendo de esta forma una estructura de la que no obtenemos ningún beneficio. Hemos estado apoyando y colaborando solidariamente a la comarca durante 35 años pero desde el principio hemos aportado mucho más de lo que hemos recibido, ya que la prestación de servicios del ente comarcal en nuestro municipio han sido prácticamente inexistentes. Además, tampoco observamos que se generen sinergias entre las distintas poblaciones para mejorar los programas públicos», reiteró González.

Conflicto entre pueblos que ha llegado al juzgado

Almussafes ya advirtió hace un par de años de su posible abandono de la Mancomunitat de la Ribera Baixa cuando denunció una supuesta irregularidad en la marcha de Cullera, que no habría seguido todos los pasos administrativos. Fruto de ello, se llevó el caso a la Justicia al considerarse que, puesto que el proceso de salida no se había completado correctamente, el consistorio cullerense todavía sería miembro de la Mancomunitat y, por tanto, debería a la entidad todas las cuotas insatisfechas desde el año 2011. No obstante, una parte de la deuda habría ya prescrito, por lo que no se podría recuperar. El caso todavía sigue abierto.

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