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La ofensiva contra la despoblación lleva a Sellent y Cotes su primer cajero

«Nos viene como agua de mayo»

La sucursal bancaria de Benicull en una imagen de 2013, cuando se comunicó su cierre. | VICENT M. PASTOR

Nueve municipios de la Ribera se han acogido al plan del Consell contra la exclusión financiera de las zonas despobladas. De los 135 cajeros automáticos que la Generalitat instalará en toda la Comunitat Valenciana, se beneficiarán Beneixida, Benicull del Xúquer, Benimuslem, Cotes, Llaurí, Sant Joanet, Sellent, Senyera y El Mareny de Barraquetes. Las localidades de Sellent y Cotes contarán por primera vez en su historia con este servicio gracias al contrato de la Administración con Caixabank para acercar este servicio a los pueblos. Muchos vecinos se tienen que desplazar actualmente a municipios aledaños para realizar algo tan común como sacar dinero. Desde la Agenda Valenciana Antidespoblament prevén que estén todos los cajeros colocados, como plazo máximo, en marzo del año que viene.

La mayoría de los pueblos que dentro de poco se beneficiarán de la instalación de cajeros ya contaban con una sucursal bancaria que cerró como consecuencia del proceso de concentración registrado en el sector en los últimos años. Había que reducir costes. En algunos de esos municipios aún pudieron disfrutar durante un tiempo de un cajero automático, que también se acabaría trasladando, aunque en el caso de los vecinos de Cotes y Sellent no han contado nunca con este servicio. Será la primera vez en la historia que superan la exclusión a la que las entidades bancarias les habían sometido.

En Sant Joanet han recibido con alegría la noticia. «Nos viene como agua de mayo», destaca el alcalde, Santiago Enguídanos. Señala que ya hace unos ocho años que están privados de asistencia bancaria. La población tiene que irse a localidades cercanas como Xàtiva, la Pobla Llarga o Castelló. Según el primer edil, el pueblo «necesita sí o sí esta medida».

«La gente mayor tiene problemas para ingresar o sacar dinero del banco; esto es un pueblo pequeño y no tenemos servicios ni infraestructuras para ellos, gracias a la solidaridad entre los vecinos podemos acercar a los mayores a los cajeros de otros pueblos», explica el alcalde. «Es un paso muy grande para las personas que viven en las comarcas del interior de la Comunitat Valenciana, un 30% de su población es mayor de 65 años», destacó la directora general de la Agenda Valenciana Antidespoblament, Jeannette Segarra. En declaraciones a Levante-EMV, aseguró que desde su responsabilidad ha buscado «solucionar un problema que atañe a los servicios básicos que las personas necesitan en el día a día». «Es un derecho», calificó la propuesta de instalación de cajeros, que ha supuesto una inversión de ocho millones de euros.

Un proceso «largo y difícil»

La convocatoria del Consell para otorgar fondos con los que poner en marcha nuevos cajeros automáticos ha pasado por algún altibajo. Hace un año y medio la Generalitat publicó la convocatoria de ayudas destinadas a incentivar la prestación de servicios bancarios básicos a través de la instalación de cajeros automáticos. La propuesta fue muy bien recibida por los municipios beneficiarios de la comarca.

Sin embargo, el gobierno valenciano tuvo que suspender la medida por el impacto de la crisis sanitaria por la Covid-19, al que tenían que destinar buena parte de los recursos económicos. Eso ha alargado el proceso, haciendo que casi una decena de municipios mantengan unos servicios bancarios deficientes o directamente nulos. En su momento, los alcaldes de estos pueblos se mostraron pesimistas, pero comprensivos ante la situación sanitaria. Por todo ello, el pasado miércoles, cuando Jeannette Segarra anunció la inversión, reconoció que el camino para poner en marcha esta iniciativa había sido «largo y difícil».

La Generalitat tiene previsto instalar el primer cajero en el municipio castellonense de Vallibona antes de que finalice el verano. El gobierno valenciano prevé que estén todos los cajeros colocados, como plazo máximo, en marzo del año 2022.

La odisea de los mayores para sacar dinero en el pueblo vecino

En Benimuslem había una oficina de la Caixa Rural, pero desapareció. Ya hace más de un cuarto de siglo que no tienen servicios bancarios en el municipio. Así lo destaca su alcalde, Ramón Pascual, que se muestra satisfecho por la llegada de los cajeros automáticos. «Dará servicio sobre todo a la gente mayor del pueblo», se felicita.

La población de 700 habitantes no dispone de todos los servicios para abastecerse, una situación que obliga a muchos vecinos a trasladarse a Alberic o Alzira en coche o en autobús. «Los que nos podemos desplazar no tenemos ningún problema, pero hay muchos jubilados que no pueden, por lo que esta medida les vendrá muy bien», relata Pascual.

Por su parte, en Sant Joanet (530 habitantes) también han recibido la noticia con alegría. «Nos viene como agua de mayo», destacó el alcalde del municipio, Santiago Enguidanos.

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