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La reapertura para aliviar la ola de calor desborda l’Assut de Antella

El próximo fin de semana se volverá a cerrar

Aglomeraciones en la playa fluvial de Antella, el domingo, tras la valla de prohibición que impedía el paso los fines de semana. | LEVANTE-EMV

A la que se reabre el candado, vuelve la muchedumbre. El Ayuntamiento de Antella autorizó el pasado fin de semana la reapertura de l’Assut con el fin de aliviar las temperaturas extremas que se preveían mediante un bando que el sábado comunicó a los vecinos. Esa primera jornada fue tranquila, aunque el domingo registró una llegada en masa de visitantes de otros pueblos, que volvieron a protagonizar aglomeraciones en el paraje natural. Fuentes municipales apuntan que se llegó al medio centenar de multas por incumplir la prohibición de aparcar en el casco urbano para los visitantes.

La ola de calor fue el motivo por el que el consistorio decidió retirar la valla que desde mediados de julio mantiene clausurada los fines de semana l’Assut de Antella. «Fue una decisión de última hora que la gente del pueblo agradeció», justifica el alcalde en funciones, Antonio Juan. Pero no solamente los antellanos disfrutaron de la reapertura, también la avalancha de visitantes que llenaron a rebosar la playa fluvial y los alrededores del municipio con sus vehículos. Sin embargo, la visita dominical para aliviar el calor, les trajo otro sofoco.

«Casi dos talonarios»

La Policía Local de Antella sanciona estacionar en el casco urbano si no se dispone del carné de «residente» o de «visitante» vinculado al pueblo. Aún habiendo solamente un agente de guardia, fuentes municipales cuantifican en alrededor de medio centenar las multas que se impusieron el pasado fin de semana. «Casi dos talonarios, seguro. Para el volúmen de pueblo que somos, ponemos muchas sanciones; casi nos equiparamos a Alzira y Carcaixent», apuntan. El alcalde reprendre a los penalizados que «está perfectamente señalizado que no se puede aparcar».

Juan reconoce la multitud de visitantes y detalla: «Lo hemos notado hasta en el volumen de la recogida de basuras». Con una previsión meteorológica «más suave» en cuanto a temperaturas de cara al próximo fin de semana, Antonio Juan ya advierte que «estará cerrado otra vez».

Un cerrojo interminente

El consistorio decretó el cierre de la playa fluvial durante los fines de semana para evitar su masificación, a modo preventivo, en un momento en el que los contagios de Covid se encontraban al alza. Una medida que seguirá en vigor en lo que resta de verano. Aún así, según relata el primer edil, sábados y domingos por la mañana acuden visitantes «para asomarse y ver si está abierto o no el paraje, e incluso cada día llaman por teléfono al ayuntamiento preguntando si lo abriremos», revela.

El ayuntamiento planteó inicialmente la clausura de la zona de picnic para evitar grandes aglomeraciones, pero la Confederación Hidrográfica del Xúquer le ordenó retirar las vallas instaladas. Finalmente, se optó por un cierre total del paraje los fines de semana, momento en el que se concentran centenares de personas. A pesar de la restricción, algunos se la saltaron saltando la verja y entrando de igual modo en l’Assut.

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