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El Defensor del Discapacitado deja su labor pionera en Albalat

El ayuntamiento plantea crear un consejo y regular la designación

José Ramón Hernandis en la sala del Consell. | LEVANTE-EMV

El Defensor del Discapacitado de Albalat de la Ribera deja su puesto casi dos décadas después de ocupar el cargo que en 2004 fue el primero en su género de la Comunitat Valenciana. José Ramón Hernandis fundó la figura con la voluntad de supervisar que se cumpliera la normativa recogida en la Ley de Integración Social de los Discapacitados. «Como en el pueblo no teníamos ninguna asociación, era la única vía posible para reivindicarnos, estábamos en el limbo de la accesibilidad», comenta el impulsor del cargo municipal.

Hace 17 años, José Ramón Hernandis decidió iniciar este papel sin saber que todavía no estaría regulado ni imaginarse todo lo que se ha conseguido. El cargo se creó a través de una moción del grupo popular para garantizar la integración en todos los ámbitos sociales. La semana pasada redactó una carta en la que deja constancia de su voluntad de encontrar un sustituto para el cargo y manifiesta su satisfacción por asumir una responsabilidad que le ha permitido mejorar el bienestar y accesibilidad de la población. Y también ejercer una doble lucha contra su enfermedad degenerativa y en favor de los derechos de las personas en Albalat de la Ribera.

Hernandis propone ahora convocar unas jornadas didácticas sobre «los derechos ya consolidados que mucha gente desconoce». El voluntario también plantea que «sería recomendable» recurrir a la tecnología que ofrece el mercado para mejorar la vida de las personas.

El alcalde de Albalat, que está en proceso de regular la figura del Defensor del Discapacitado, comenta que lo ideal sería formar un consejo similar al que funciona en otros municipios, pero «al ser un pueblo pequeño el ayuntamiento no tiene competencias en el sector y eso dificulta el proceso». Felip Hernandis declara que en septiembre dialogará con la Conselleria de Igualdad para consultar si el decreto de prohibición elaborado en 2016 para no caer en duplicidades administrativas obstruye su camino para la regulación.

El edil explica que la creación de un consejo instauraría un servicio más controlado y facilitaría que no recayera todo el trabajo en una persona. Esta normativa convertiría el cargo en un punto de debate público. Sin embargo, Hernandis no está seguro de poder conseguirlo en un pueblo con menos de cuatro mil habitantes.

El trabajo de José Ramón Hernandis ha permitido transformar la localidad. El cambio se inició con la adaptación del ayuntamiento, la Casa de la Cultura, el hogar del jubilado o la Casa del Bou. El año pasado, el ayuntamiento subió la apuesta gracias a las reivindicaciones de Defensor y se ensancharon o peatonal izaron diversas aceras, entre las que destacan la Gran Vía del País Valencià y la calle Cristo, para mejorar la accesibilidad. El alcalde afirma que es la mayor inversión realizada, de hasta 70 mil euros, porque «aunque no tengan competencias, sí que hay voluntad».

El todavía Defensor insta a continuar sus pasos, ya que «pese a los avances obtenidos, queda mucho camino por recorrer. La institución necesita una renovación democrática». José Ramón se despide con la seguridad de «haber hecho todo lo posible para ayudar a su pueblo y la calidad de vida de sus vecinos». Lo ha conseguido.

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