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La abuela cohetera de Benifaió cumple 105 años

Es una apasionada de los petardos y socia honorífica de la peña «El coet»

Josefina Muñoz, la «abuela cohetera», con sus cuatro hijas y su hijo durante su cumpleaños | LEVANTE-EMV

Tiene nada menos que 105 años. Josefina Muñoz Muñoz ha celebrado un nuevo cumpleaños rodeada de su familia y con la admiración y cariño de todo el pueblo de Benifaió. La anciana ha agradecido las numerosas felicitaciones recibidas, entre ellas unas flores y una carta escrita por la alcadesa Marta Ortiz.

Ya han pasado cinco años desde aquel 27 de agosto de 2016 en el que Josefina recibió por parte del ayuntamiento el pergamino que la convertía en la nueva centenaria de la localidad.

Un lustro más tarde, Josefina sigue con una salud envidiable, rodeada de sus seres queridos y con ganas de que se acabe la pandemia para volver a disfrutar de su gran pasión: tirar cohetes.

Y es que la madre de cinco hijos, abuela de doce nietos y bisabuela de quince biznietos, es conocida por muchas personas del municipio como «La abuela cohetera» por su enorme pasión por los petardos con los que animaba a todo el pueblo de Benifaió, especialmente durante la procesión de la Divina Aurora.

Socia honorífica de la peña «El Coet» de Benifaió, su familia y allegados la definen como una persona con mucha paz,que transmite bondad y que tiene el respeto y admiración de todos aquellos que la conocen.

«Tener una abuela de 105 años es un tesoro», declara su nieto Ximo Marqués, que también resalta la voluntad de su abuela de unir a todos sus seres queridos. «Ha conseguido formar una gran familia. Hijos, nietos y biznietos estamos muy unidos y eso es lo más importante que alguien pueda lograr», prosegue con una notable expresión de admiración por su abuela.

Una vida difícil

Nacida en 1916, a mediados de la Primera Guerra Mundial, Josefina declara haber tenido una «vida dura». A los veinte meses de nacer, se quedó huérfana por parte de madre, que falleció al dar a luz a su hermana. Josefina acudió a la escuela hasta los once años, momento en el que se vió obligada a abandonarla para atender las tareas del hogar. Al inicio de la Guerra Civil su tía se la llevó a Torrent para que le ayudase en su oficio de maestra, cuidando niños e impartiendo clases en una escuela.

A los 26 años se casó con Joaquín Marqués «El pajarito», al que conoció cuando compartían escenario en el teatro. La pareja se mudó a la partida de Vilella, en Alzira, donde tuvieron cuatro hijas y un hijo, abriendo una etapa de felicidad para Josefina.

La «abuela cohetera» no solo recibe este apodo, sino que muchos de sus vecinos, sobre todo los más mayores, la conocen como Josefina «la fornera».

Gran contratiempo

Tras pasar un tiempo en la zona rural que separa Alzira y Carcaixent, Joaquín y Josefina se trasladaron a Benifaió, donde abrieron uno de los hornos más queridos por la gente. Desgraciadamente, Josefina tuvo que realizar todo el trabajo sola, puesto que su marido falleció días después de firmar el préstamo con el que les concederían la propiedad del establecimiento.

La resiliencia es una de las características que han marcado la vida de Josefina. Siempre remando a contra corriente, la mujer de 105 años sigue honrando su nombre, juntando a la familia y sacando las sonrisas de la gente de Benifaió con sus cohetes y con su actitud fiestera. «Una persona honrada tiene cabida en todos los sitios» declaraba la anciana hace un tiempo, haciendo gala de unos valores que ha practicado y predicado durante toda su vida.

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