El movimiento ciudadano Obrim l’Assut, que agrupa a vecinos de Antella que reivindican que los residentes y la gente vinculada al pueblo tengan preferencia para disfrutar de esta popular playa fluvial, reclamará que se prohíba el pícnic en todo el paraje y se establezca un control de aforo para evitar los problemas de masificación tan habituales en l’Assut, motivo por el que el ayuntamiento, en un escenario marcado por la pandemia, cerró el paraje al público el verano pasado y también durante varios fines de semana del actual al objeto de evitar aglomeraciones de bañistas.
El colectivo ha aprovechado el proceso iniciado por la Conselleria de Medio Ambiente para declarar l’Assut y la montaña de la Creueta Alta como Paraje Natural Municipal, y la perspectiva de elaborar una nueva ordenanza para regular la gestión del mismo, para elaborar unas alegaciones con la perspectiva de que este articulado incorpore sus propuestas, entre las que destaca la prohibición del pícnic en todo el paraje, pero también la creación de un aparcamiento municipal de pago para los turistas en las inmediaciones del enclave que permita al ayuntamiento obtener unos ingresos, plasmar por escrito la prohibición de vender comida y/o bebida en el interior del paraje y, sobre todo, delimitar un control de aforo y que el ayuntamiento destine una partida presupuestaria para la vigilancia continua de l’Assut de forma que se garantice el cumplimiento de las normas.
Una norma que no se aplica
Fuentes del colectivo Obrim l’Assut destacaron ayer que ya existe en Antella una ordenanza que regula qué se puede y qué no se puede hacer en el paraje y que, según incidieron, «es válida», aunque señalaron que no se está aplicando a la espera de que se complete el proceso iniciado para la declaración como Paraje Natural Muncipal.
Este movimiento ciudadano se ha mostrado muy crítico con la gestión del Ayuntamiento de Antella, primero al decretar el cierre de la playa fluvial el verano pasado al considerar que no podía garantizar que se respetaran las medidas de seguridad establecidas para evitar contagios por Covid-19, pero también por la falta de control que ha derivado en problemas de masificación este mismo verano, después de que el paraje permaneciera cerrado al público los fines de semana desde mediados de julio a mediados de agosto.
Obrim l’Assut ha elaborado un modelo de alegación en el que realiza propuestas para tratar de solventar algunos de los problemas que afectan al paraje y que ha lanzado a través de las redes sociales con la intención de que el mayor número de vecinos posible secunde estas peticiones y se puedan plasmar en la ordenanza que, según anunció el alcalde en funciones cuando la conselleria abrió el proceso para reconocer la figura jurídica de Paraje Natural Municipal, tiene previsto aprobar el ayuntamiento para regular el uso de este enclave natural y evitar los actuales problemas de masificación.
Antonio Juan destacó en su momento que la declaración de Paraje Natural Municipal supondrá un punto de inflexión en el problema de competencias que envuelto la gestión de la playa fluvial de l’Assut.
Obrim l’Assut propone recuperar la ribera del río con especies autóctonas
Otra de las propuestas que el movimiento Obrim l’Assut realiza en sus alegacione plantea la creación de una zona ajardinada en la ribera del Xúquer con especies arbóreas autóctonas y habilitar este entorno para realizar paseos, practicar deportes u organizar talleres medioambientales y de preservación de los ecosistemas y del patrimonio cultural e hidráulico. El colectivo Obrim l’Assut, que surgió tras el cierre del paraje el pasado verano, reclama que se dé preferencia a los vecinos de Antella o gente vinculada al pueblo con unos bonos, un sistema que ya aplican localidades como Montanejos o Bolbaite y similar a las tarjetas de estacionamiento que ya se expidieron en Antella, pero sobre todo que se controle el aforo para evitar que se supere la capacidad de seguridad.
