Una docena de jabalíes recorrieron durante la madrugada del martes diversas calles de Carcaixent. Lo confirmaron el ayuntamiento, la Policía Local y vecinos que ayer se vieron sorprendidos por la aparición repentina de una manada de cerdos salvajes.

El grupo de jabalíes entró por la parte del barranco cercano al colegio público Francesc Pons para después recorrer algunas calles del municipio hasta diluirse nuevamente en los campos. Este hecho, aunque pueda parecer anómalo o insólito, se ha convertido en los últimos años en un acontecimiento habitual en algunas poblaciones de La Ribera ante la gran expansión que registran estos animales. La población de jabalíes se ha multiplicado y su presencia ya resulta común en muchas zonas rurales.

La masiva proliferación de esta especie animal se debe a la ausencia de depredadores y a su tasa de reproducción, que es tan elevada que supera ampliamente los niveles de mortalidad, por lo que su cada vez más frecuente supone un quebradero de cabeza para los campos de cultivo cercanos a las zonas montañosas en las que suelen refugiarse, donde buscan alimentos y agua.

El sector agrícola es uno de los que más está sufriendo la actividad de este tipo de fauna. Los campos escarbados y las raíces de los árboles dañadas son imágenes que cada vez se repiten con mayor frecuencia.

La numerosa presencia de los jabalíes en el territorio no solo provoca continuos desperfectos en los campos, y ahora también en las cosechas, sino que también supone un gran riesgo de accidentes en las carretera.

Estos animales realizan largos desplazamientos nocturnos en los que cruzan tanto caminos rurales como carreteras con gran densidad de tráfico, donde muchas veces aparecen por sorpresa y los conductores no tienen margen de maniobra para reaccionar adecuadamente. Sin ir más lejos, el año pasado un matrimonio de Alzira sufrió un grave accidente, al colisionar su motocicleta con dos jabalíes que habían invadido la carretera CV-50 de manera repentina.

Los avistamientos de estos animales en núcleos urbanos han dejado de ser anecdóticos para convertirse en un problema de seguridad ciudadana. En el último año incluso han podido verse ejemplares cerca del mar. En marzo se avistó a una cría de jabalí en el paseo marítimo de El Perelló.

Testimonios gráficos

Ante la impactante imagen visual que tenían ante sus ojos, algunos vecinos de Carcaixent decidieron grabar la aparición de los cerdos salvajes. En uno de los vídeos,difundido por la Policía, se aprecia cómo corren en grupo a gran velocidad por las calles del pueblo.

Esta situación reaviva el debate sobre la falta de medidas para combatir la plaga de esta fauna salvaje. Según los expertos, la limitación de la actividad de las asociaciones de cazadores debido a la pandemia ha propiciado que se propague la presencia de jabalíes en la comarca.

Además de la ausencia de su principal depredador (la caza), los jabalíes se benefician también del mayor abandono de los campos, en los que proliferan los matorrales, lugares idóneos para refugiarse.

De hecho, en municipios como Sumacárcer, las sociedades de cazadores ya están tramitando los permisos necesarios para organizar nuevos ganchos (pequeñas batidas en la que pueden participar un máximo de quince escopetas) con los que esperan paliar la presencia exagerada de puercos salvajes en el municipio.