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El 82% de los incendios del verano son intencionados o por negligencia humana

Albalat anotó seis conatos provocados junto al río en pocos días

Un helicóptero realiza una descarga en el incendio del pasado mes de agosto en Rafelguaraf. | J.M. LÓPEZ

Solo un gran incendio forestal, el declarado en Rafelguaraf el sábado 7 de agosto, alteró seriamente la tranquilidad en las montañas de la Ribera durante el verano, aunque la superficie quemada da cuenta de la peor campaña estival de los últimos cinco años, sólo superada por la catástrofe que sufrió el término de Carcaixent en junio de 2016 al arder 2.244 hectáreas. Entre una campaña y otra, los registros oficiales se sitúan en niveles muy bajos tanto en número de incendios como por la extensión afectada.

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica computa en la Ribera entre los meses de junio y agosto únicamente once incendios forestales de los que, la gran mayoría, nueve en total, tendrían únicamente la condición de conatos ya que la superficie afectada es inferior a una hectárea y más de la mitad se localizan en el entorno del río en Albalat de la Ribera y, además, con muy pocas horas de diferencia entre ellos.

Un fuego devastador

La superficie quemada por todos los fuegos declarados durante el verano, a falta de los datos de septiembre, alcanza las 118,99 hectáreas. No obstante, casi el 98,5 % de esa extensión corresponde a un único incendio, el originado en el Barranc de Guerrilla de Rafelguaraf que a principios de agosto obligó a desalojar a 160 personas de dos urbanizaciones y saltó al término de Barxeta. En este incendio ardieron 117,19 hectáreas en una jornada marcada por el viento de poniente en la que se declararon casi a la vez tres fuegos en la provincia de València.

El segundo mayor incendio del verano en la Ribera por la extensión quemada se produjo en Cullera el 17 de julio, aunque en ningún caso es equiparable al registrado en Rafelguaraf ya que únicamente ardieron 1,3 hectáreas en el paraje de la Ermita, según los datos del mes de agosto recogidos en el boletín Espurna que edita el servicio de Prevención de Incendios Forestales de la conselleria. Este no incluye otros percances que movilizaron a los servicios de extinción como el incendio declarado en un palmeral de Polinyà que, en julio, calcinó dos camiones de bomberos y dejó a dos profesionales heridos tras un brusco cambio del viento.

Una comparativa revela que la superficie quemada este año multiplica por 18 las apenas 6,5 hectáreas que ardieron en la media docena de incendios registrados en el verano de 2020. Entonces, un único fuego, el registrado en el Camí Josep Maria Soriano de Carlet, también concentró la inmensa mayoría de la superficie quemada. Otro dato revelador de la estadística oficial es que en casi el 82 % de los incendios la acción del hombre se encuentra en el origen. En unos casos de forma intencionada, el 63,63 % de los fuegos -siete de los once- y en otros por negligencia, en este caso dos percances que representan el 18 % del total. Los investigadores revelan que los seis conatos que entre el 17 y el 24 de agosto movilizaron a los servicios de extinción en Albalat, primero en el denominado Braç de la Barca el día 17 en dos ocasiones y después en otras cuatro entre el 22 y el 24 en el cauce del río, fueron provocados.

Investigaciones

La conselleria confirma que también fue intencionado el de Rafelguaraf, mientras que se encuentra en investigación el declarado a mediados de agosto en la Rambla de la Parra de Carlet, que afectó a 0,07 hectáreas y no se ha podido determinar el origen de otro pequeño conato declarado el 17 de julio en el cauce del Xúquer a la altura de Gavarda. Tanto el incendio de Cullera en el que ardieron 1,3 hectáreas como el registrado en el paraje Torre de Montroi el 2 de agosto se originaron como consecuencia de negligencias, según la estadística oficial.

Las persistentes lluvias de la semana pasada han refrescado las montañas y reducido el riesgo de incendio aunque los técnicos alertan de que en el actual escenario de cambio climático las condiciones ambientales provocan que el riesgo de que se declare un incendio se prolongue durante la mayor parte del año.

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