El futuro de la educación pasa cada año por l’Alcúdia. La Casa de la Cultura acogió, el pasado fin de semana, el pretigioso congreso Josep Lluís Bausset, que en su decimotercera edición llevaba por lema «¿Educación inclusiva, sociedad exclusiva?». En esta ocasión, participaron notables personalidades del mundo educativo y se contó con aproximadamente 800 asistentes, entre presenciales y a través de internet.
La primera de las conferencias llevaba por título «Neuroeducación, inclusión y DUA» a cargo de la especialista en educación inclusiva y profesora del Máster de Neuroeducación Avanzada de la UAB Coral Elizondo. «Si uno de los retos actuales es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, la neurociencia, con sus estudios sobre el cerebro, las investigaciones de la psicología cognitiva y el marco DUA, ofrecen pautas para conseguirlo», resumió.
En segundo lugar llegó «La revolución tranquila», una conferencia impartida por el economista actualmente adjunto a la secretaría general de CCOO, director adjunto del programa modular de Relaciones Laborales de la UNED y miembro del consejo asesor de la fundación Alternativas Bruno Estrada. «La traslación de preeminencia entre las religiones y la ciencia, la socialización del conocimiento, la libertad de la mujer, la progresiva (e incompleta) desalienación del trabajo... se trata de una revolución tranquila, un intento de conseguir un nuevo reencuentro entre el optimismo histórico y la razón», explicó.
Por su parte, el escritor y profesor de Lengua y Literatura Joan Buades defendió la ponencia «Educar, ¿para qué? Maestros libres en la era del antropoceno». En ella planteó la siguiente cuestión: «¿Por qué tratamos la escuela como una especie de ONG mesiánica especializada en superar las mil y una insatisfacciones que destila nuestro mundo, desde la falta de respeto general hasta la salvación del planeta? ¿A qué se debe que prácticamente se haya extinguido la idea de ser maestros?».
Concluyó el ciclo Andrea Francisco, doctora en Ciencias de la Comunicación y en Educación, con la conferencia «Sexualidades, género y educación feminista». En ella planteó interesantes dinámicas realizadas en las aulas con el objetivo de reflexionar sobre aquello que en sexualidad se considera como «normal».
Después de la parada obligada de 2020, el congreso ha vuelto a ser un espacio de debate donde se destaca la importancia de la reflexión y el análisis sobre el papel de la comunidad educativa en relación con la sociedad, incluyendo su evolución histórica y las opiniones hacia el futuro de la educación.
