La portavoz del Consell y lideresa de Compromís, Mónica Oltra, evitó ayer censurar la decisión de su partido en el Ayuntamiento de Catadau de ceder la alcaldía antes de quince días al ex alcalde socialista, Manuel Bono, quien en su día fue expulsado del partido al trascender su apoyo a una petición de beneficios penitenciarios para un condenado por apuñalar a su mujer en presencia de su hija, una agresión machista por el que fue condenado a siete años y medio por homicido en grado de tentativa.
Bono montó una lista alternativa en las últimas elecciones y cedió sus votos a Compromís para favorecer su acceso a la alcaldía e impedir que cayera en manos del PP. Semanas después de la investidura alcanzaron un acuerdo para compartir la vara de mando. La coalición tiene previsto aupar ahora a Bono a la presidencia de la corporación. Preguntada al respecto, Oltra aseguró ayer que el Botànic está en contra de las actitudes machistas y se pone de lado de las víctimas y, de ahí, que siempre que se produce un crimen machista participe en las concentraciones de repulsa.
Ahora bien, a la pregunta concreta de qué le parecía que manuel Bono accediera a la alcaldía con apoyo de Compromís, Oltra se cerraó en banda: «Ya le he contestado», terció hasta en dos ocasiones sin aclarar si estaba a a favor o en contra de que el exsocialista alcanzara de nuevo la alcaldía.
La polémica estalló en marzo de 2019 en la víspera de los comicios municipales cuando trascendió que el agresor había accedido a la libertad condicional. El condenado había solicitado la reducción de la orden de alejamiento de su expareja de 500 a 100 metros mediante una carta que recibió varios apoyos, entre ellos, el del entonces alcale socialista. Ante el escándalo, el PSPV intervino y acabó dejando sin carné a su cargo municipal.
Rosana Bisbal fue apuñalada dieciséis veces por su marido en presencia de su hija mayor, de 4 años. Fue en agosto de 2014. Rosana sobrevivió. Al agresor le fue impuesta una orden de alejamiento de 500 metros. La víctima, residente en Llombai,censuró la la «violencia machista institucional» que para ella representaba el archivo de varias de sus denuncias, la denegación de la pulsera telemática o el incumplimiento de los plazos para avisarle de las salidas de permiso penitenciario de su agresor.
La víctima también lamentó que el alcalde se sumara a la petición de los padres del condenado para que se redujera la orden de alejamiento. Bono alegó que su objetivo no era defender al agresor sino «dar cobertura a su familia, que lo estaba pasando mal». Y subrayó: «De la carta que firmé nunca se puede interpretar que estoy al lado de un maltratador».
Tras ser expulsado del PSPV, Bono lideró la lista de Independents per Catadau, integrada por exsocialistas. Y pese a la controversia, mejoró los resultados obtenidos en 2015 como candidato del PSOE. Quedó segundo a escasos treinta votos de diferencia del PP, aunque la polémica generada por pedir beneficios penitenciarios para el agresor le apartó de la alcaldía. No obstante, facilitó que Compromís asumiera el cargo.
