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Los efectos del confinamiento incrementan los divorcios no consensuados

Solo en seis meses se han producido casi tantos (226) como en todo el año pasado (283)

Sede de los juzgados número 1, 2 y 3 de Alzira, en una imagen realizada tras la irrupción de la pandemia. | VICENT M. PASTOR

La pandemia ha incrementado el número de divorcios no consensuados que se producen en la comarca. Según los últimos datos del Tribunal Superior de Justicia, referentes al segundo trimestres del año, hasta junio de 2021 se disolvieron casi los mismos matrimonios sin mutuo acuerdo que durante todo 2020. De mantenerse la tendencia, la cifra a la conclusión del ejercicio también superará al total de 2019.

Parejas hay muchas y muy diversas. Aunque no todas se han visto perjudicadas por la irrupción de la pandemia, la crisis sanitaria ha dinamitado más de una relación. Ya sean abogados o psicólogos, los expertos coinciden en que el periodo de confinamiento fue el detonante para muchas personas, que descubrieron que la convivencia no resultaba tan placentera como creían. En otros casos, afloraron problemas que parecían ya superados. Pero lo cierto es que abandonar la rutina y pasar más horas en pareja que de normal (literalmente días enteros sin salir de casa) fue un inconveniente para muchas personas, a lo que hay que añadir la preocupación por la salud y el temor a perder el empleo o un negocio. Se debe tener en cuenta, además, que la imposibilidad de salir a la calle y el regreso a la rutina son también elementos a tener en cuenta.

Un factor que también puede influir en la estadística es el «parón» administrativo. Aunque los gobiernos se adaptaron a las circunstancias sanitarias mediante la implantación del teletrabajo, esto redujo de forma considerable el ritmo y la fluidez de las tareas judiciales, que solo se recuperaron con la reactivación de los juzgados. Precisamente, esta podría traducirse en un incremento al retomarse expedientes atrasados.

La tendencia estatal es más pronunciada que en la Ribera si se comparan ejercicios concluidos. Mientras a que nivel nacional el número de divorcios cayó más de un 15 % entre 2019 y 2020, en la comarca tan solo fue un 11 %. Los tres partidos judiciales (Alzira, Sueca y Carlet) tramitaron el primer año 928 expedientes de este tipo mientras que en el segundo fueron 834. Un descenso que se sustenta en las dificultades para acceder a la Justicia ya mencionadas.

Ahora bien, este año podría concluir con un repunte, ya sea por la mayor ruptura de parejas o por la resolución de expedientes pendientes. El caso más evidente es el de los divorcios no consensuados. Solo en seis meses se han contabilizado 229, frente a los 283 registrados en todo 2020. Si se compara con el año anterior, y por tanto previo a la pandemia, la progresión también es mayor ya que fueron 389. En caso de repetirse el dato, 2021 concluiría con 458 disoluciones matrimoniales sin mutuo acuerdo.

Lejos del récord comarcal

Sin embargo, no ocurre lo mismo con los divorcios consensuados. Durante el primer semestre del año se han registrado 258 casos entre las tres sedes judiciales de la comarca, frente a los 246 del mismo periodo del año anterior. La diferencia es mínima. Tampoco difiere demasiado con los registros de los seis primeros meses de 2019, que dejaron 265.

Pese al claro efecto que ha ejercido la pandemia en la tendencia de divorcios, los datos del primer semestre no auguran un incremento que convierta a este año con más rupturas matrimoniales (incluidas las separaciones). Desde 2015, es el ejercicio 2018 el que posee el récord en la comarca. Tanto en los años 2017 como en 2019, la cifra se quedó por debajo del millar en el global de la comarca, mientras que en 2018 se alcanzaron 1.330, el dato más elevado de la serie histórica reciente. También se superaron el millar (entre divorcios y separaciones) en el año 2016, al situarse la estadística en 1.026.

Como curiosidad, el primer trimestre de 2018 fue el periodo en el que se tramitaron más divorcios en los juzgados de la comarca, con un total de 342. Es decir, algo más de tres al día.

El divorcio no es el único mecanismo de ruptura de uniones legales, aunque sí el definitivo. Las separaciones suponen un grado inferior, ya que representan el fin de la conviencia pero no del matrimonio. Si bien es cierto que, en comparación, suponen un porcentaje menor, también en estas se ha notado la influencia de la pandemia.

Como ocurre con los divorcios no consensuados, el número de separaciones registradas en 2020 fue menor que en 2019, al pasarse de 52 a 30. Sin embargo, se ha incrementado de forma notoria durante este año. De hecho, ya se supera la cifra del ejercicio anterior al alcanzarse 34 en tan solo seis meses. Si se mantiene la progresión, se superará también el dato de 2019. Como ocurre con los divorcios, el récord de la serie (desde 2015) se produjo en el año 2018, en el que se registraron 64.

El tercer mecanismo por el que se disuelve un matrimonio es el menos común de todos, ya que implica algún tipo de irregularidad que invalide la unión. Se trata de las nulidades, que evidentemente no tienen que nada que ver con la voluntad de los cónyuges. Son tan inusuales, que desde 2015 hasta junio de este año solo se han producido cuatro, tres de ellas en el partido judicial de Sueca y una en el de Carlet. Todas ellas se registraron antes de la pandemia.

Las separaciones también aumentan aunque se recurre menos a esta vía

Entre enero y junio se han registrado 34 frente a las treinta tramitadas a lo largo del pasado año

R.s. Alzira

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