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El rebrote del hongo del caqui alerta de nuevas resistencias a los tratamientos

AVA estima que se han duplicado los daños mientras Alzicoop alerta al IVIA de la grave eclosión

Caquis ya maduros en un árbol con necrosis foliar. | LEVANTE-EMV

Un rebrote del hongo que provoca la necrosis foliar del caqui ha disparado las alarmas en el término municipal de Alzira y ha alimentado la sospecha de que el «Plurivorosphaerella nawae» (anteriormente conocido con la denominación genérica de «Mycosphaerella nawae») no sólo ha generado resistencias a los fungicidas de la familia de las estrobilurinas -como ya confirmaron los técnicos de Sanitat Vegetal y el IVIA tras los fallos de control detectados en 2019 en parcelas de Alzira, Benimuslem y Massalavés- sino también a las otras materias activas que se han utilizado para mantener a raya una enfermedad que se creía controlada.

El equipo técnico de la Cooperativa Hortofrutícola de Alzira (Alzicoop) ha alertado al IVIA de la proliferación del hongo en numerosos campos que han seguido la pauta marcada como alternativa al grupo de fungicidas Qol (estrobilurinas) y está previsto que los investigadores se desplacen a visitar la zona afectada en los próximos días.

Campos enteros perdidos

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), por su parte, alertó ayer de que la mancha foliar del caqui ha duplicado tanto los daños como la superficie afectada respecto de la campaña anterior y ya ha provocado que algunos campos pierdan toda la cosecha. La organización agraria atribuye este rebrote de la mancha foliar a las lluvias acumuladas en el inicio del otoño y a las resistencias aparecidas frente al grupo de fungicidas estrobilurinas. La relación de productos que el agricultor tiene a su alcance para combatir esta enfermedad es reducida y a principios de enero entra en vigor la prohibición de utilizar el Mancozeb, a priori, la materia activa que menos resistencia genera, explicó el técnico de Alzicoop Antonio Soler, que no dudó en señalar que la situación es «muy grave» y que junto a las otras plagas que afectan al cultivo puede provocar en el término de Alzira una merma de la cosecha de entre un 20 y un 25 %, sobre una producción estimada de algo más de cuatro millones de kilos.

«En dos o tres días ves con impotencia cómo los caquis se maduran hasta adquirir un extraño color rojizo y acaban cayendo al suelo. Es una enfermedad que había sido superada, pero que en los últimos años ha resurgido con fuerza en las principales áreas productoras de la Ribera y para muchos agricultores supone la puntilla de una campaña para olvidar», señaló el vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, mientras señalaba que esta expansión «descontrolada» de la mancha foliar a pocos días de iniciarse la recolección se añade a los temporales de granizo, los daños «sin precedentes» provocados por el «cotonet» o los ataques de moscas blancas.

El técnico de Alzicoop, por su parte, indicó que amplias áreas del término de Alzira que se corresponden con la zona de huerta -el entorno de las carreteras de Alberic, Guadassuar y Algemesí- en las que se han aplicado los tratamientos y pautas recomendadas alternando materias activas como alternativa a las estrobilurinas están afectadas por el hongo, por lo que se sospecha de que se han generado nuevas resistencias. En Alzira, los caquis también se ven afectados por la negrilla producida por la mosca de los cítricos y, en menor medida que otras zonas, por el «cotonet», explicó el presidente de Alzicoop, Paco Clari.

Manchas en las hojas que aceleran la maduración de la fruta

El hongo del caqui provoca unas manchas en las hojas que se acaban secando y cayendo al suelo, mientras la fruta sufre una maduración anticipada hasta que también se desprende del árbol. Un primer rebrote en 2019 provocó que los técnicos constataran la resistencia del hongo a dos de los seis productos autorizados y, tras constatar un año después la expansión de esta resistencia por la mayoría de zonas productoras, el servicio de Sanitat Vegetal emplazó a los agricultores a maximizar los controles y recomendó unos tratamientos alternativos para mantener la enfermedad bajo control.

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