Manolo Bono se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Catadau con los votos de los cuatro representantes del grupo independiente que él lidera y de los tres de Compromís. No hubo sorpresas, el pleno transcurrió con absoluta tranquilidad y la única alusión directa a la polémica que ha precedido a su investidura y que provocó su expulsión del PSOE en 2019 -su apoyo en su anterior etapa como alcalde a una petición de la familia de un agresor machista para que se redujera la orden de alejamiento- la realizó el propio Bono para cargar, sin citarla, contra la portavoz adjunta del PP en las Corts Valencianes y vicesecretaria de Política Social, Elena Bastidas, que el día anterior había emplazado a Compromís a no apoyar la elección «de un defensor de la violencia de género».
Bono se mostró sorprendido de que una dirigente del PP «que vive a 40 kilómetros de aquí y no conoce el pueblo» pueda pensar que los 1.087 vecinos de Catadau que votaron a las fuerzas progresistas son «machistas» y señaló que «si utilizar a mi persona es lo único que tienen para hacer política es que tienen un recorrido muy corto». Manolo Bono recordó que el PP de Catadau había permanecido al margen de la polémica desde un primer momento y señaló que «flaco favor» representan las críticas lanzadas por Bastidas. Al mismo tiempo, reprochó que nadie en el PP se haya disculpado por los casos de corrupción «y por todo lo que han saqueado en la C. Valenciana».
El líder de Compromís y alcalde hasta que formalizó la renuncia a finales de septiembre, Héctor Roig, defendió que la coalición de gobierno va a seguir trabajando como hasta ahora. Si bien en el muro de Compromís en Facebook apareció un comunicado que advertía de que los ediles no representarían al colectivo si apoyaban la investidura de Bono, una publicación que poco después se borró, Roig admitió voces críticas pero negó una división.
Agradecimiento a un gobierno «consolidado» y críticas del PP local
La portavoz del PP, Oreto Miquel, se mostró crítica con la coalición IPC-Compromís, calificó de «espectáculo» la situación vivida hace años con la negociación de la izquierda de cara a la investidura y se mostró convencida de que el acuerdo para repetir la coalición ya existía. «La transparencia que pregonaban ha sido tan transparente que ni la hemos visto», señaló, mientras anunciaba que el PP mantendrá una oposición «constructiva y colaboradora». Manuel Bono agradeció el apoyo de los siete ediles y defendió que los proyectos de estos dos años y los que se puedan acometer ahora no son «ni de Manu ni de Héctor, sino de un gobierno consolidado».
