Muchos vecinos de les Palmeres se acostaron anoche con mucho sueño. Necesitaban descansar tras haber pasado en vela la noche anterior por las molestias que provocaba una fiesta ilegal montada cerca de sus hogares. Decenas de coches aparcaron hacia las 22 horas del lunes en un solar cercano a sus viviendas. Pero con el paso del tiempo fue incrementándose el ruido. En plena madrugada se contabilizaron medio centenar de vehículos, según asegura el vecindario. El cóctel era explosivo: puente festivo, música a todo volumen, alcohol y ganas de fiesta. Los jóvenes parecían pasarlo bien, pero los residentes no tanto. La fiesta todavía permanecía viva a primera hora de la mañana de ayer tras una larga noche en vela para unos vecinos que no sabían dónde acudir ni a quién llamar.

La llegada de los primeros vehículos y grupos de jóvenes a un solar situado en la calle Riu Sènia de Les Palmeres hizo temer lo peor al vecindario. No era la primera vez que ocurría. De hecho, varios propietarios remarcaron que el sábado pasado también se celebró una fiesta similar en este mismo lugar. Con estos antecedentes, algunos de ellos aseguran que llamaron a la Policía Local de Sueca y a la Guardia Civil informándoles de que se estaban volviendo a concentrarse muchos vehículos en esta zona de la ciudad «y no en la afueras, donde hay dos aparcamientos habilitados». La Policía Local asegura, en cambio, no tener constancia de esas advertencias telefónicas.

Los vecinos creen que la reapertura de una discoteca próxima pudo haber actuado de efecto llamada a los jóvenes. También consideran que las autoridades municipales y la policía deberían haber previsto esta situación y haberse anticipado a la concentración de los jóvenes fuera de las instalaciones de la discoteca, que sí cumple todas las medidas de seguridad exigidas.

Tras casi 12 horas de fiesta ininterrumpida, los vecinos de la calle Riu Sènia reprochan que la noche «haya sido insufrible por el ruido, la música y los gritos». Y lamentan que la patrulla de la policía llegara al descampado a las nueve y media de la mañana tras haber reclamado ayuda a una concejala del ayuntamiento. Aún así, deploran que la policía «se fuera a los 10 minutos mientras la fiesta continuaba».

En las imágenes y en los vídeos grabados por los vecinos a primera hora de la mañana se aprecia que todavía queda gente en el solar pese a la policía. Los residentes de Les Palmeres lamentan la falta de previsión pese a sus advertencias y apuntan al incumplimiento de las medidas preventivas contra el coronavirus. «Era tan fácil como haber cerrado el descampado por la tarde impidiendo a los coches aparcar e indicándose los aparcamientos habilitados para la discoteca», apostillan.

La Policía dice que intervenir era «muy complicado»

El concejal responsable de la Policía Local de Sueca, José Luis Ramírez, negó ayer que los agentes no hubieran previsto vigilar el botellón que podía generarse en los descampados próximos a la discoteca reabierta en Les Palmeres. De hecho, reconocen que una vez cerrada la sala de fiestas, advirtieron que una cuarentena de coches «y unas 250 personas» permanecían en el solar de la calle Riu Sènia, aunque alegan que «resulta muy complicado» actuar con contundencia en esos casos por el elevado consumo de alcohol y otras sustancias que presentan los jóvenes y el abundante número de agentes que se requieren para intervenir. El lunes, además, también se celebraban las fallas en Sueca y «el número de efectivos disponibles tenía que atender muchas necesidades», destaca Ramírez. Es más, el edil matiza que los agentes controlaron Les Palmeres, donde acudieron a «minimizar el botellón», llevaron a cabo una detención por alcoholemia y se impusieron sanciones por contaminaciuón acústica.