Montroi es una localidad valenciana eminentemente apícola, con una notable presencia de apicultores y con una sólida estructura de industrias dedicadas al proceso y envasado de la miel. Así, hace ya 25 años se impulsó una feria apícola con un doble objetivo.
Por un lado, el evento buscaba aglutinar al sector y, por otro, dinamizar la economía del municipio. Y es que, la miel, como atractivo turístico, no solo podía ayudar a incentivar el sector de la hostelería, sino que también servía para promocionar un producto cuyo consumo ha ido creciendo en las últimas décadas parejo a la calidad del mismo.
De este modo, Fivamel adoptó muy pronto el sobrenombre de “la feria más dulce de la Comunitat Valenciana”, erigiéndose como el evento apícola más antiguo de cuantos se celebran en tierras valencianas, así como el enclave perfecto para organizar el Concurso Nacional de Mieles, que ha ido ganando en prestigio y fama.
En la actualidad, la Feria Valenciana de la Miel es un gran evento lúdico y festivo en el que el sector profesional se reúne para reflexionar, a través de charlas y conferencias, mientras que el público familiar acude en masa a hacer acopio de productos apícolas en los días previos a la Navidad.
Entre estos productos, diversificados a través de 50 expositores, destacan más de 50.000 kilos de miel de distinta procedencia, así como turrones, licores, caramelos, cosmética y productos naturales elaborados con miel, propoleo, jalea real, polen y cera virgen.
De este modo, la plaza de España de Montroi acogerá, del 12 al 14 de noviembre, la vigesimoquinta edición de Fivamel, un encuentro en el que se llevarán a cabo actividades gastronómicas y culturales como exhibiciones apícolas, muestras de instrumentos y utillaje para los apicultores, así como charlas y exposiciones.
Además, el Museo Valenciano de la Miel (2013) abrirá sus puertas durante todo el fin de semana de la feria, donde se podrá contemplar la exposición retrospectiva “Fivamel, XXV anys volant”, con fotografías, carteles, textos y merchandising de la feria.
La mejor miel de España
La Feria Valenciana de la Miel, que este año celebra su XXV aniversario en Montroi, llevará las que probablemente sean consideradas mejores mieles de España hasta la primera línea de playa de la ciudad de València.
El edificio Veles e Vents, en La Marina de València, acogerá el próximo día 5 de noviembre esta curiosa competición melífera dirigida por el prestigioso consultor apícola Antonio Gómez Pajuelo, quien dará a conocer a los presentes las bases de este concurso que trata de premiar las mejores mieles típicas valencianas, identificadas bajo las denominaciones de Azahar, Romero y Milflores.
Para ello, Fivamel cuenta con la colaboración de València Turisme y la Agencia Valenciana de Turisme de la Generalitat Valenciana, así como con el patrocinio de Caixa Rural Torrent.
Jurado de reconocido prestigio
El jurado estará formado por María José Martínez, chef del restaurante Lienzo; el director gastronómico del edificio Veles e Vents, Javier de Andrés; el periodista gastronómico Emli Piera; el representante de Distribuciones Colom & Naya, Francisco Guillem; el director de la revista Los mejores aceites de la Comunidad Valenciana, Francisco Albert; y los apicultores Ramón Clemente, Jaime Moreno y Ramón Soldado.
Su función será la de valorar el aroma, el color, el sabor, la transparencia y el retrogusto del preciado producto que elaboran las abejas tras digerir con su cuerpo el néctar de las flores.
Mientras los integrantes de la cata se retiran a un espacio anexo para deliberar, el popular cocinero y comunicador Joan Clement ofrecerá un show-cooking a través del que iniciará un viaje culinario por el planeta Miel. ¡Sabor y diversión asegurada!
Pero, como siempre ocurre, lo bueno se hace esperar. Así, la entrega de premios tendrá lugar el próximo domingo, 14 de noviembre, a partir de las 13:00 horas en el recinto ferial donde se desarrollará Fivamel, en Montroi.
Busmel, la experiencia para vivir la feria más dulce
Gracias a la “Operación Busmel” cerca de 2.000 personas visitarán la feria mediante un servicio discrecional de autobuses, agasajados con un almuerzo o una merienda con la miel como protagonista.
