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El instituto de Albalat sigue sin servicio de cafetería desde que comenzó el curso

La comunidad educativa pide una prórroga extraordinaria de la concesión para mantener la oferta en un centro con 550 alumnos y 61 profesores

La cafetería del IES Sucro, vacía. | NOMBRE FEQWIEOTÓGRAFO

El instituto de Secundaria Sucro de Albalat de la Ribera carece de servicio de cafetería desde que arrancó el curso y la comunidad educativa ha mostrado su malestar y temor a que esta situación se prolongue durante varios meses más ya que las peticiones elevadas a la Conselleria de Educación para que conceda una prórroga extraordinaria al concesionario que gestionaba este bar han caído en saco roto. El centro cuenta con 549 alumnos de cinco municipios diferentes y más de sesenta profesores, por lo que no dudan en señalar que la cafetería es un servicio muy utilizado que siempre ha funcionado bien.

El director del IES, Christian Lausuch, ya remitió en julio por escrito una solicitud para que se concediera esta prórroga extraordinaria hasta que se produjera una nueva licitación tras tener conocimiento de que el contrato vencía el 1 de septiembre. El centro arrancó el curso sin cafetería, y continúa igual, pero más todavía preocupa la ausencia de expectativas ya que, según reconoció el propio director, en base a las conversaciones mantenidas con la inspección educativa, la conselleria ha abierto una fase de reflexión por lo que el instituto teme que se esté cuestionando la presencia de las cafeterías en los centros educativos.

Asegurar la rentabilidad

La misiva remitida en julio advertía que el departamento de gestión económica de la Dirección Territorial de València había indicado que, por el momento, no se iba a convocar un nuevo concurso ya que como consecuencia de la pandemia muchos adjudicatorios habían rescindido los contratos y se pretendía asegurar la rentabilidad económica del servicio en futuras concesiones para evitar posteriores abandonos.

El instituto argumentaba que, pese a la complicada y extraordinaria situación vivida en el pasado curso por la emergencia sanitaria, la cafetería del IES Sucro de Albalat no había dejado de funcionar, «mostrando su rentabilidad para el adjudicatario», por lo que solicitaba que, de forma extraordinaria, ya que había agotado las dos prórrogas posibles previstas en el contrato, se le autorizara otra más hasta que se formalizara una nueva adjudicación.

La comunidad educativa insiste en esta petición especialmente si se tiene en cuenta que la pandemia ha obligado a adoptar otras medidas que también resultan extraordinarias.

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